miércoles, 26 de agosto de 2009

La viejita peleonera. Cuento del Moris

Vivía al final de la callecita polvosa donde me críe. "Es un alma del diablo", decían muchos adultos del barrio. Le encantaba pelear con quien fuera, donde fuera, a la hora que fuera y por lo que fuera. "Le gusta el bonche", decía Maricela, la tortillera.


Y es que doña Maria Buchinche era así: No admitía reclamos, ni razonamientos, ni disculpas, ni expresiones de admiración, ni adulaciones, ni quejas. A ella todo le sonaba a reto. Todo era un grito de guerra. Era la encarnación de un republicano ultra conservador en un pueblecito tercermundista. Aunque ella no entendía de política, si sabía pelear, porque tenía a flor de labio la respuesta revanchista, retadora y sangrona.

Era el pavor para los machitos que aguavaban a cualquiera (menos a ella), era el temor de las mujeres que creían poseer una lengua invencible. La María Buchinche se enorgullecía porque nadie le hacía problemas en los diez kilometros a la redonda. Era una campeona del pleito. Era tal su avides por pelear que una vez que se estaban peleando dos señoras al fondo opuesto de la calle donde vivía, ella sacó su escoba para barrer la acera frente a su casa. La barrió unas 5 veces y la mirada la clavaba al fondo de donde venían los insultos, las maldiciones, y los guamazos.
Se veía ansiosa, temblorosa y extremadamente impaciente. Ella se paseaba como en león enjaulado ayunando para un examen de la prostata.

Don Chepe Castro le miró y le dijo: "¡Buenos dias, Doña Maria!". La respuesta que ella le dió me dejó helado porque al escucharla entendí la cantidad de contrariedad que la Maria Buchinche andaba llevando a cuestas. Ella le respondió a Don Chepe con firmeza, fuerza y convicción: "¡La tuya hijueputa!".

El confundido vecino me miró y cheleó los ojos para luego agregar, "No te asustes bicho, ella siempre hace lo mismo porque le encanta el bonche, pero yo siempre le hablo, talvez algún día oyé el saludo.

Y es que Don Chepe tenía razón. Hay personas que talvez algún día registren el mensaje correcto de amistad, de paz, bien intencionado y amable. Pero mientras tanto no lo escuchan, seguirán viendo enemigos probables, estando a la defensiva por su mente guerrera, atacando cuanto se mueve porque al igual que la Maria Buchinche son "pelioneros", defensivos autoconvencidos que se les persigue, una especie de paranoicos sociales con errores de percepción.

Que tengan una semana pacífica, son los deseos de, El Moris (Agosto 25 del 2009)

lunes, 24 de agosto de 2009

Tiempo equivocado.


Cuando te amaba,
Tú me engañabas.
Cuando te engañé,
Tú me querías.

Cuando te buscaba,
Tú me rehuías.
Cuando me alejé,
Tú me perseguías.

Cuando te rogué,
De mi te burlabas.
Cuando te abandoné,
Por mi rogabas.

Cuando por ti moría,
De mi te reías,
Cuando de ti me reí,
Por mi llorabas.

Cuando yo podía,
Tú no querías.
Cuando ya no quería,
Tú sí podías.

Ahora, ya no te quiero.
Ahora, tú me adoras.
Ahora, eres mi infierno.
Ahora...para ti soy la gloria.



miércoles, 19 de agosto de 2009

La descarnada, por Rigo Galvez

Don Tadeo se levantaba a buen cinco de la mañana, todos los días, de Lunes a Sábado, en aquel friazo mañanero, que hacía en aquel pueblo de calles empedradas, para ir a arrancar su viejo autobús, cual partía de la terminal, a las seis de la mañana, con rumbo a Sonsonate.
El único ruido que se escuchaba a esa hora era el de los ruiseñores, y casi nadie transitaba por aquellos callejones, aparte del panadero que sonaba el timbre de su bicicleta, anunciando su paso, o el sereno que caminaba rumbo a su casa, soñoliento, después de una larga jornada de trabajo.
-"Güenos días don Tadeyo" - saludaba el panadero
-"Buenos días Chepito" - contestaba educadamente el dueño de "Transportes Melara", con un ademán único y peculiar, llevando los dedos índice y medio al lado derecho de su frente,inclinando su rostro al mismo tiempo.

Aquel viejo cincuentón, disfrutaba su trabajo, porque le daba una oportunidad de chulear a las muchachas, que mañaneaban para ir al Instituto, o en tiempo de corte de café, las cortadoras que se iban a las fincas a cortar.
-"Quisiera ser un canasto, para andar bien cerquito di usté todo el día" - exclamaba a medio suspiro, el viejo verde, al entrar la Rosita en su peldaño.
"¡Hay usté, tan chúscaro ques don Tadeyo! Lovaoyir la niña Chabe y ya va hacer creer" – Exclamaba la Rosita, en tono de “dígame-mas”, tambaleando su figura de tecomate, al subir las gradas del autobús, presumiendo sus 17 añitos.
El cobrador les decía a los jóvenes uniformados: "Apártense quiay vá la reina de esta carroza, hijos-delacha".
"Fiu –fiu-fiu" -le chiflaban “la vieja” en chiflido unánime los cipotes. Como parte del folklore y tradición de juego mutuo.

De repente, corría, el cobrador desde la parte trasera del bus, hasta el frente, bruscamente como apartando obstáculos, para decirle “en secreto” (audible para todos) a don Tadeo:
-"Don Tadeyo viera que chula viene “la coyotiya” hoy usté-o, ya merito se trepa"
-"Nomás le cobra tres riales aloye, dígale que de parte miya"
-"Lo diayer patrón, a sus ordenes" Respondía el fiel Chico Paco con la chispa de su juventud.

Y es que la coyotiya era hija menor del "coyote Linares", un comerciante muy conocido del pueblo. Por manejar una variedad de productos que variaban entre una botella de Johny Walker, hasta un radio portátil marca Sanyo.
Al entrar la Ana Julia al bus don Tadeo ritualmente aullaba como coyote perdido:
"Aaaaaaaauuuuuuuu.."
Casi en coro el cobrador y la grulla de cipotes estudiantes, quienes no se sentaban aunque hubieran asientos, agarrados de la barra del techo hacían su sonido también en forma de
contestación al de don Tadeo: “Auuuuuuuuuuu”
_"¡Vá pué!" Renegaba Ana Julia, en tono amenazador y poniendo su trompita como chunchucuyo de gallito miniatura.-"Si siguen con sus bayuncadas me voy en la de las seis y media aunque llegue tarde al Instituto" amenazaba, mostrando sus dos coronitas de oro en sus caninos.

Así se llenaba el autobús de cipotes perfumados, a la par de viejas con sobacos peludos y tufosos, Se oía el cacaraquear de los pollos en los canastos que subían a la parrilla y mas de alguno que llevaba un su tunquito bajo el brazo chillando.
¡RRRRRuuuummmmmmm! Arrancaba el motor de la camioneta y se oían los golpes en la puerta trasera, tras un silbido ¡Fiiiiiiiiiiuuuuu! Para anunciar que todos estaban a bordo y que el campo estaba libre para partir.
¡JonjonateeeeeeeJuayuuuuuaaaaaaaaa AtacooooooooApanecaaaaaaaaaaaaaNagüizalcoooo!
Gritaba el cobrador, por si hubiera alguno que no supiera la ruta de aquella nave.
"La Nave Del Olvido" se leía en el bumper de enfrente de aquél autobús pintado de verde con franjas blancas, echando más humo que una locomotora.

Don Tadeo con su peinado ‘bucle’ y lentes de Elvis Presley, mantenía una mirada fija en el espejo retrovisor para asegurarse que Chico Paco si les cobrara a las muchachas bonitas, pues ya mas de una vez las había dejado pasar de “choto”. En una garita como a cinco kilómetros se
trepaba otro señor conocido como el "chacuate" quien se encargaba de revisar los boletos de los pasajeros y los rompía con el pulgar como haciendo una guatusa, asegurándose que todos habían pagado su pasaje.

De tal manera era el ameno y cotidiano viaje, entre chiflidos, el paisaje, mas de algún mono chillando pidiendo chiche, algún cipote, asombrado de ver con la agilidad que don Tadeo
agarraba aquellas curvas y sobrepasaba alguna carreta, viendo aquellos barrancos.
Platicando de la cosecha de café, del atol de elote, y los bichos virgos bayunqueando.

De vez en cuando convencían a don Tadeo para que pusiera algún cartucho musical en la cartuchera “ey-trac” que le había instalado el papa de la coyotiya, cuando regreso del norte en uno de sus viajes, a la par del espejo retrovisor, con mas alambres colgando que un plato de fideos.
"Caramba doña Leonor como se le nota… Caramba doña Leonor se le mira todo…" se oía de las bocinas cuadraditas instaladas en la parte trasera del autobús. Así eran los viajes en la "Melara". Dos viajes de ida y vuelta se recorría a diario en un tramo de sesenta kilómetros desde las 6 AM hasta las 6 PM.

La mayoría del camino eran carreteras llenas de curvas con fincas de café a cada lado o plantaciones de elote, al igual que grandes precipicios con árboles que adornaban la campiña guanaca. Pasando Apaneca, salía de una vereda todos los días una mujer como de unos treinta años, piel morena de ojos negros y cabello largo que se veía muy segura de si misma.

Don Tadeo, considerándose todo un Don Juan Tenorio se preparaba, peinándose y viéndose en el espejo, cuando calculaba que aquella mujer aparecería en la misma vereda de siempre. Aquella mujer era muy callada y reservada, y se sentaba en el ultimo asiento de atrás para que no la molestara nadie. Se bajaba en Sonsonate cerca del mercado y no se le veía hasta en el ultimo viaje por la tarde como a eso de las cuatro de la tarde, igual, sentándose hasta atrás.
A Chico Paco se le caía hasta la baba de tanto mirar y mirar aquella mujer, y casi siempre se sentaba en el asiento al lado opuesto del de ella.

Sus ojos eran tan bellos, que Don Tadeo hasta un chucho se paso llevando una vez, por irla viendo por el espejo, otra vez le voló un cuerno a un pobre buey de una carreta, ramas y palos en el camino ya no se diga. En otra ocasión tuvo que regresar por el Chico Paco, a quien había dejado cuando el Chico Paco se bajo con el canasto lleno de pollos de una señora, Todo por ir pasmado y encantado viendo a aquella mujer, de quien nunca se supo su profesión, y quien siempre vestía una sonrisa entre burla y desafío que disfrazaba con la belleza de una princesa indígena.

Un día, al autobús se le estalló una llanta, como a eso de las Cinco de la tarde, de regreso rumbo a casa en el último viaje, acabando de salir de Sonsonate. Y como era la última en día Sábado, la gente no tuvo mas remedio que bajarse y esperar a que cambiaran la llanta. Para colmo a la llanta de repuesto le faltaba un poquito de aire. Pero Chico Paco dijo:
"Yo digo que si llegamos" con un acento muy peculiar indicando seguridad.
-"¿eeeh? ¿Vos crees?” Preguntó don Tadeo en tono de incredulidad.
-¿Qué dicen muchá ooo? ¿Los vamos ooo? – Se dirigío a los pasajeros de quienes se sentía responsable.
-"¡Siiiiiii ooooooooo! - Contestaron casi todos los estudiantes de agricultura.
Y “Brrrroooom” sonó la camioneta, y todos aplaudiendo y chiflando adentro, como cuando se termina un buen espectáculo.

Pues ya habían perdido casi una hora, incluyendo el arreglo de la llanta y temían llegar muy tarde a casa, además aumentando el riesgo de viajar en lo oscuro, pues no todos Vivian en la ciudad, y algunos que salían de las veredas todavía caminaban campo adentro para sus hogares.
Para medio amenizar y apaciguar la tensión don Tadeo “zampó” un cartucho de la Orquesta Casino. -"que se mueran los feos…Que se mueran los feos, que se mueran todititos toditos los feos que se mueran".

En una de esas que Chico Paco se le acercó, le dijo en dirección al oído, -
"Decíle a aquella que va allá atrás que se venga aquí conmigo que miaga compañía vos." - Refiriéndose a la mujer del último asiento. La de los ojos negros negros. Y siguiendo a Chico Paco con la mirada por el espejo retrovisor casi nervioso….
-"¡Tunco Don Tadeyo!" -le grito una mujer al pasar
-!Tu agüeeeeela hija de tantas! Le grito de regreso, cuando de repente se oyó un ruidazo como si el autobús le hubiera pegado a algo, y ¡saz! que sale un pobre cuche volando.
Superada su sorpresa de haber golpeado un cerdo en su camino, busco de nuevo, por el espejo a Chico Paco, quien sentado en el ultimo asiento opuesto al de la mujer, le estaba indicando con la cabeza de que no, la mujer había ignorado su petición.
.." - dijo don Tadeo echando una gran maldición en voz alta, y continuo diciendo: "Solo eso me faltaba, primero se me poncha una llanta, luego mato un tunco, ya vamos tarde y nunca le puse los faroles a esta mierda, sin luz y ya casi oscurece y luego esta me rechaza..ni que juera la gran…" volteando a ver por el espejo retrovisor, vio hacia el ultimo espacio donde se sentaba aquella mujer y vio como ella se paro. Y para sorpresa de Tadeo, vio lo siguiente: Sonriendo sus lindos labios se desfiguraron y se desprendieron de su cara, mostrando los dientes en forma de calavera. Su mandíbula se desprendió de su cara. Para luego dependerse la mitad de su rostro izquierdo Su oreja cayo hacia abajo junto con sus ojos dejando dos cuencas. Su brazo se derritió como cera en la llama… ¡En cuestión de segundos!
Y todo esto sucedía y nadie veía más que solamente Don Tadeo, por su espejo, pues era la última pasajera. Lo que si todos vieron fue, como aquel viejo motorista se salía de la carretera y su pálida cara no veía el camino por mirar su espejo retrovisor, como hipnotizado.

La "Melara" se fue en un precipicio, rodando dos, tres, cuatro veces, entre gritos, dejando objetos, animales, partes, en una gigantesca huella de árboles rotos, desafiando la gravedad en una trayectoria fuera de tiempo, para terminar al fondo del barranco, en una quebrada y sobre una gigantesca piedra.
El autobús cayo de nalgas, y los pasajeros de atrás quedaron atrapados entre la ventana y una piedra. El pobre Chico Paco no volvería a chiflar jamás, quedo como chucho con los dientes
pelados, aquella mujer, los sobrevivientes confirmaron que quedo hecha pedazos.

Hubo bastantes heridos. Fué una accidente catastrófico del cual Don Tadeo sobrevivió, pero quedo loco y mudo del “porrazo” que llevo en el “coco”. Pasaron las décadas…
Cuentan que en el manicomio se paseaba un señor que le decían “Bienteveo” porque le quedaron dos manchas negras al rededor de sus ojos como un mapache, y porque andaba siempre viéndose un espejito de mano, peinado como Elvis Presley.
Mientras la carretera para Sonsonate ya tiene un nuevo dueño llamado Teyito, que es el as del volante y dueño de transportes "Melara Express".

Dicen que pasando Apaneca espera una joven de cabello largo y de ojos negros, quien sale por una vereda a esperar la camioneta… Así cuentan por allí.



RiGal 031503

viernes, 14 de agosto de 2009

Amor de patria, por Pipilenca.

Yo amé la libertad sazonada de campanas
que el cura José Matías Delgado repicaba en "Las Mercedes";
y la audacia de Pedro Pablo Castillo
en su forma personal de escribir historia :
con carne, sangre, pólvora y ejemplo.

El noble pensamiento de José Simeón Cañas:

otros hombres son prójimos, ¡no esclavos!.

Como admiré el valor aguerrido de Anastacio Aquino
cuando vencía a los criollos en la tierra Nonualca.

Soñé despierto la patria grande
bañada de dos mares,
tal como la soñaba Francisco Morazán,
y me entristecí
por el héroe Gerardo Barrios,
atado y fusilado en esa silla de madera ,
derrotado por Carrera de Guatemala
( Carrera asesino de la patria grande)
después de haber luchado contra los filibusteros yanquis
en la tierra de Nicarao,
y de haberle dado a la oligarquía cafetalera, el café,
y al pueblo,
el progreso y bienestar arrebatado por la añilina.

¡Como me dolieron las guerras fratricidas
encabezadas por los Escalón y los Dueñas!

La ingenua buena voluntad del presidente Araujo
y su intento socialdemócrata de los años 30
llenó mi vida de esperanzas y de futuro.

Patria mía:
La voz de trueno no se alza con nuevas homilías
( porque la verdad es fulminante como el rayo).

Un cadáver descansa de su ejemplo
en la catedral metropolitana
sin estar cansado de predicar a la historia.

Sé que me entiendes, patria.

La caña ya no es la misma,
aunque la molienda la trate igual. La semilla de maíz está condicionada a una patente extranjera
y el frijol se compra cuando se puede
y se tiene.

Tu lengua indígena : un recuerdo,
o pieza de exhibición en los museos nacionales
y extranjeros.

Sudoroso e indoblegable es tu pueblo;
ese pueblo que mantiene algodonales
y busca la suave bellota que viste a otros.

El cusuco y la taltuza se han escondido
en los profundos túneles de tu tierra
llevándose consigo innumerables secretos.

El zenzontle no encuentra fruta en los cañales
y la chiltota no puede colgar más su matatas por escasez de árboles.
Los monos y ardillas
se niegan a seguir el camino del puma y del jaguar.

El tucán no muestra orgulloso su ataviaje colorido:
teme ser despojado del polícromo atuendo
a favor de una empresa productora de sombreros.

Y aquí estamos, patria. Tu pueblo.

Tratándote como cosa suave y bonita,
como fruto dulce que queremos degustar.
Añorando las hojas de chipilín
y las pupusas con loroco.

Y no nos cansamos de sentirte patria
y de desearte libre y soberana.

Sembré una semilla de patria.
Fue abonada por millares de héroes y mártires
que muchas veces no supieron
por que murieron
y menos
porqué vivieron un infierno
en esta tierra de lagos y montañas.

Lágrimas de madres y niños
regaron tu suelo fértil,
y las lágrimas fueron corrosivas:
Penetraron las entrañas del monstruo
que vive de vida
injertándole el cáncer de sed de justicia e igualdad,
que vence la inercia de la corrupción
y el bandolerismo político.

Patria. Te quiero digna.
Te quiero Madre.
Te sueño independiente y soberana. Siempre.
Me esfuerzo, patria. Me esfuerzo.
Y no siento cristalizar mi paraíso.

Atte.
Pipilenca

sábado, 8 de agosto de 2009

Cartas para un chero. De Luís Echegoyen.



DE FRUTAS Y VEGETALES
(De "Cartas para un Chero",por Guicho Cruz)
Cualquiera dice que en esto de andar vendiendo frutas y vegetales, no se gana mucho...bueno, eso adipende de si hablas de pisto o diotra consiga, porque fijate vos, que la vez pasada, ayi iba yo con mi carreton...cuando vi un gran mangote que veniya por la calle, con su canasto con lo mismo que vendo yo....y vieras como meniaba las sandiyas....achis, entonces ya cuando estuvo cerca, le dije que si me vendiya los dos melones que yebaba adelante...del canasto.
Eya me dijo que si, pero me pidio 20 colones por cada uno. A ojo de buen cubero, se miraba que estaban bien a punto, y le dije que si me dejaba tocarlos, para ver si estaban sazones o maduros.. La muy picara me dijo que si, siempre y cuando le comprara tambien la papaya...Puchica..!!! ahi si que me trono todo el esqueleto, porque dicen que las papayas que venden eya y suss hermanas, son bien sabrosas..!!...El problema era que yo nuandaba niun toston...Aguen, pero como yo soy vendedor tambien, le dije que yo, a cambio, le daba un pepino galanote que teniya ayi, enmedio...del carreton, y con unos dos aguacates de vendaje, para que no se quejara..y que si se quejaba, chis, que yo tenia la culpa de que juera tan galga...
Entredesas estabamos, cuando mejor decidimos tantear el producto, porque a lo macho, que el ojo te dice una cosa, pero ya el tacto, otra.
El d'ella estaba gueno, pero nuera tan fresco como deciya...y la muy ladina, me dijo quel miyio nuera tan galan como pareciya, porque ai nomasito siaguadio...yo creyo endeverasmente, qui'adeaver sido por sol, porque el diya estaba mas caliente que yo!!!
Gueno, al final, yo le sali dando un ejotiyo payulito y dos capulines bien pushcos y eya solo me dio una manzanita pedorra!!..Fijate que gran fregada..!!
Pero de todas maneras, nos cayimos bien y como adispues nos arrejuntamos, utualito ya no vendemos en la caye productos de otra jente, agora solo nos emos dedicado a sembrar...y asi pasamos todo el diya...sembrando y sembrando,,,fijate, vos..!!
Luis Echegoyen

CARTAS A UN CHERO
"Care'payaso"
Usted dira, cherada que nombres mas istraños los d'esa familia Maduro....y es que originalmente lojotros crio que'ramos Martinez, pero el papá de mi mamá que sembraba y vendiya frutas y verduras y como queriya salir de pobre en que fuera por las apariencias, ademas de bayunco, era irnorante y igualado..... y como el haciya negocios con otro viejo bayunco del pueblo, que cuando iba a la capital, yegaba de regreso vendiendo joyas y relojes, a medida que sus cipotes jueron naciendo, les jue poniendo nombres, segun él, diacuerdo a su profesion d'él...y asi, a las cipotas, les puso Rubí...Esmeralda...Perla, qu'estaban bien bonitos por ser hembras, pero en los varones si que se pasió en ellos, porque a los babosos, les puso Elgin, Rolex, Citizen...y asi por el estilo.
Cuando mi abuelo le pregunto aserca de los nombres, el viejo bayunco le dijo que en la vieja antiguedad diotros años bien viejos, el rey le poniya a la majada, nombres de asigún su oficio y asi, al herrero le puso Herrera...al que vendiya plata, Platero, al que moliya harina, Molina ó Molinares y asi por el estilo,pero el viejo de mi abuelo no se quiso cambiar el apellido porque'staba litigando una herencia, pero le encaramó los nombres de su mercanciya a todos sus hijos.....y por eso, el viejo, por andar de igualado, no sólo les cambio los nombres a los hijos que ya teniya, sino que al final, también el apellido y le parecio que Maduro era un nombre qu'iba diacuerdo con el estado mas atraitivo de las frutas....Y asi nos quedamos, de mi mama para'bajo..: de apellido, Maduro.......Ella deciya quiun su hermano se jue a buscar fortuna a Honduras y que habia hecho mucho pisto y que deciya quialgun diya iba a comprar hasta el palacio presidencial de Tegucigalpa...¡asaber en qué paró éso!...
Bueno, a lo que te traje chencha.......Fíjese cherada que entre los que nos juimos del pueblo por lo qu'iso mi tio Pepino, aquél que se chulonió en la calle, estuvo su propio hijo, Mamerto (Mamey) Maduro, que ya desde nantes habiya tenido ganas d'irse con el circo de Rabaniyo, pero ésta vez sí que se fue diun sólo...y como teniya eisperencia en eso de las verduras, dende comienzos lo pusieron a que les diera de comer a los feroces animales, q'ueran un zorrilo choco, un micolión viejo y un montón de monos q'uiaciyan mas bulla que pruebas...adispués, poco a poco, lo asendieron para que les hiciera los mandados a los payasos y a las bailarinas, q'ueran todos eyos, los mismos y las mismas q'uiacian zarabandas en los alambres y en los trapecios..y asi, Mamey se ganó el puesto de payaso menor y le pusieron "Mameyín"..nada más que de la verguenza, cada vez que el sirco yegaba a San Martin, el baboso, aún en los diyas en que el sirco no trabajaba y mientras los otros choteaban por el pueblo, Mameyín se quedaba encerrado entre las lonas...y con la pintura de payaso puesta en la cara, por si acaso, para que naiden del pueblo lo reconociera, por si lo miraban..
Fíjese q'uiasta en las noches, ya dispués de la última función, cuando algunos de los solteros se lo yebaban a la juerza a q'uiciera picardiyas con las mujeres malas, éstas le cobraban el doble, porque deciyan les dejaba todo el pelo, la cara y las almuadas, todas embijadas con pintur'e payaso.....y para que no lo estuvieran sonsacando, porque le saliya caro y le haciyan burla, mejor se poniya a pintar los carteles de la función del diya siguiente..:
"GRAN SIRCO DE RABANIYO..OY A LAS 3:30 EN JUNCION DE MATINE...OLGA, LA MUJER HARAÑA, QUE NU'ARAÑA, PERO SÍ, PICAN LAS GANAS DE VERLA!!!!
¡¡¡MIRE a ESTA CHULADA COMO CAMINA CABESA ABAJO POR TODO EL SIRCO!!!
¡¡CHILILLO, EL HOMBRE MAS PECHITO DEL MUNDO CONOSIDO Y POR CONOSER, TRAGANDOSE TRES ESPADAS Y UNA VOTELLA D'IAGUA AL MISMO TIEMPO!!! Y POR SUPUESTO, DESATORNILLESE DE LA RISA CON LA GRASIA Y EL GRASEJO DE LOS GRASIOSOS PAYASOS.....RAVANILLO...BOLSE'PUS...CHICHARRON...Y EL Q'UESTO ESCRIBE..MAMEYIN!!"
Dispues de varios coscorrones de don Ravanillo, ya comensó a escrebir mejor, (así, mas o menos como yo.)
El bolado jué que panzonio a la misma Olga, "la mujer haraña", q'uera hija de Ravanillo y mejor se la llevó lejos, a un pueblito adonde no yegaba ningun sirco ni ninguna mojiganga désas....Después lo bromiaban los muchá, que cuando la sipota ya empreñada le vio su propia "feis" por primera vez, casi si'arrepiente pero como yera muy tarde y eya era muy bizca, enqueseya así de feyo, pero se quedó con su Mameyín.
En el pueblito, con las mañas alquiridas de tanto andar en jira y ver visto otros mundos, prosperó con un su puesto que puso en la plaza...después puso tienda y se puso zapatos de verdad, porque sólo de payaso se poniya...se hizo algo así como ganadero y total, lueguito lu'eligieron alcalde del pueblo, porque se habiya ganado las simpatiyas de la plebe con tantos chistes y canciones chuscas que les cantaba.
A los años jué diputado por el departamento y su pegue jué, que cada vez que hablaba en la Asambleya, luaciya como en el sirco y entraba cantando..:
"TRA...LA...LA...LA..LA...LA..LA..LA...!!!..AQUIESTA SU DIPUTADO PREJERIDO..EL GRAN MAMERTO MADURO..!!...MUSICA MAISHTRO.....UNA VIEJA Y UN VIEJITO, VINIERON A SAN SALBADOR, LOS VIEJITOS QUE SE AGACHAN Y LA MARA QUE LES METE EL GOL...!!!...LA...LA...LA...LA...LA..LA....LA..!!...."
Y diay siagarraba para defender a los mas necesitados..y lo mejor era que repetiya su discurso varias veces, al frente, a los lados y hacia atras, como hacen los payasos en el sirco y asi, sus mensajes quedaban bien claros y mejor entendidos...
Y fíjese cherada, como son las cosas.....!!!agora casi todos los políticos son bien payasos...y lo pior es que'l pueblo los agarra en serio!!!
Por a'i nos vemos cherada..escríbame uste también, hombre....tíreme enqueseya un olote para saber que recibió la presente..y si quiere, me escribe en inglés, que ya me defiendo..
¡Goor bay...sí yu leyrer!..
Hugo Maduro Naranjo...(Aquí en los yunái me dicen Oransh Yus.



Sr. Luís Echegoyen.

martes, 4 de agosto de 2009

Algunos poemas de Chespirito



Monumento a los héroes

El epitafio decía:
“Aquí yace Don Fulano,
Dignísimo ciudadano
De indiscutible valía”
Y la gente lo leía
Sin saber que el expediente
Del mencionado valiente
Con descaro testifica
Que su mérito radica
En haber matado gente.

Pero lo peor del asunto
Es que al llegar al panteón
Califican al matón
Como honorable difunto.
Por tanto, me pregunto:
¿Cómo ha podido la Historia
Decir que merecen gloria
Semejantes esperpentos,
Erigiendo monumentos
A su estúpida memoria?


Los Críticos

Superando mil obstáculos
tuve por fin ocasión
de averiguar lo que son
los críticos de espectáculos.

No son pulpos con tentáculos
ni monitos de historietas
ni productos de probetas
ni demonios ni mutantes;
mucho menos visitantes
de enigmáticos planetas.

Y bien, la pregunta es ésta:
si no es un producto mítico,
¿qué es entonces un crítico
y que aspecto manifiesta?

¡Ay amigos, la respuesta
boquiabierto me dejó!
Porque, lo crean o no,
los críticos son solo eso:
personas de carne y hueso
como usted y como yo.

Y los hay que tienen ya
hermanos, esposa, hijos,
primos, cuñados canijos...
y algunos hasta mamá.
(pequeñita, claro está.)

Pero con hijos que son
motivo de admiración
desde que son mozalbetes,
cuando al romper sus juguetes
encuentran su vocación.

Con esto adquieren destreza
para luego sacudir,
desbaratar o destruir
fácilmente cualquier pieza.

Pero, con toda franqueza,
se ha comentado de sobra
que después de la maniobra
ya existen tres o cuatro
que hasta suelen ir al teatro
para conocer la obra.

Y me han asegurado
que uno se arrepintió
sus palabras se trago...
y falleció envenenado.

Anoche fue sepultado
y el desenlace funesto
ha puesto de manifiesto
lo que el público proyecta:
realizar una colecta
para sepultar al resto.


Facilidad de palabra

Quien tiene como recurso
facilidad de palabra
provechosamente labra
los terrenos del discurso.

No obstante, yo, al transcurso
de los años, hoy sentencio
que admiro y reverencio
con mayor solicitud
a quien tiene por virtud
facilidad de silencio.

Versos Antiguos

Esta noche yo deseo
Escribir versos antiguos,
Actualmente tan exiguos
Que parecen de museo.
Y sin embargo yo creo
Que existe aún quien estima
La cadencia que sublima,
La música del acento
Y el sabroso condimento
De la métrica y la rima.

La empresa, pues, acometo,
Con singular valentía,
Consciente que hoy en día
Soy un cursi por decreto.
Y solamente prometo
Que escribiré sin engaño,
Reconociendo que extraño
Métrica, rima y acento.
¡Aquel viejo condimento
De los poemas de antaño!

Octosílabo Perfecto

Las décimas son poemas
con estrofas de diez versos,
sujetos a los diversos
preceptos de sus esquemas.
Entre los muchos problemas
destaca por su rigor
la rima, como factor
tan cabal e inflexible,
que declara inadmisible
la presencia de un error.

En la métrica lo mismo:
sólo versos octosílabos.
(Nada de endecasílabos
ni cualquier otro guarismo).
Y en afán de preciosismo,
aquí el título fue electo
sin mácula ni defecto,
pues así como lo ves,
el título también es
"Octosílabo perfecto".

Los Quijotes

No existen ya los Cervantes
que diseñaban Quijotes
ni se escuchan ya los trotes
de los viejos Rocinantes.
Los caballeros andantes
no saben soñar despiertos;
no toman rumbos inciertos
buscando faenas rudas
ni van socorriendo viudas
ni van desafiando entuertos.

No hay una bella pastora
que conduzca a las ovejas.
No hay leyendas, no hay consejas;
no hay atisbos de una aurora.
Tampoco existen ahora
gigantes en los caminos.
Si acaso algunos mezquinos
y tan insignificantes,
que a pesar de ser gigantes
aparentan ser molinos.

No hay un solo caballero
que cometa la proeza
de proteger su cabeza
con el bacín de un barbero.
Tampoco hay un escudero
con ambición feudataria;
hoy Sancho es un pobre paria
que camina lento y triste,
pues ya sabe que no existe
la ínsula Barataria.

¿Cómo conquistar bastiones
y abatir la felonía,
si el honor y la hidalguía
se fueron de vacaciones?
Si ahora los campeones
ya no emprenden odiseas
ni peligrosas tareas;
y para colmo de males,
ya no tienen los ideales
que engendraban Dulcineas.



Roberto Gómez Bolaños. De su libro "...y también poemas".