sábado, 19 de febrero de 2011

Diario de un hermano lejano.


2 DE AGOSTO
Hoy me pasé a mi nueva casa en el estado de Virginia...¡que paz! ¡Todo es tan lindo aquí!...las montañas son tan majestuosas. Casi no me aguanto por verlas llenas de nieve. Que vergón haber dejado atrás el calor, la humedad, la chuquedad, la contaminación, las maras, el tráfico, los benditos buseros, los tacuaches en El Salvador y las acostumbradas putiadas kilométricas de tanto cabrón vulgar en la ciudad de Zanzíbar. Sin lugar a dudas...¡esto si que es vida!

14 DE OCTUBRE
De plano que Virginia es el lugar más ¡excelente que he visto en mi vida!. Las hojas han pasado por todos los tonos de color entre rojo y anaranjado. Que increíble tener las cuatro estaciones. Salí a pasear por los bosques y ¡por primera vez vi un venado!, que increíble animalito. Son tan ágiles y tan elegantes, de plano que es uno de los animales más vergones que he visto en mi vida. ¡Esto tiene que ser el paraíso!. No me aguanto porque caiga nieve. ¡Esto si que es vida!

11 DE NOVIEMBRE
Ya casi va a comenzar la temporada de cacería de venados.¡Puta!, no me cabe en la cabeza que alguien quiera echarse a una de estas criaturitas tan lindas de Dios. Ya llegó el invierno. Hoy si que voy a ver la nieve...ya no me aguanto porque neve pronto...¡esto si que es vida!

2 DE DICIEMBRE
¡Anoche al fin nevó!...me desperté y encontré todo cubierto de una capa blanca. ¡Parece una postal...una película!, Salí a quitar la nieve con una pala porque vi a mis vecinos que estaban haciendo lo mismo, y como "Al país que fueres haz lo que vieres". Después me revolqué en la nieve y luego hicimos una guerra de bolas de nieve con los vecinos (¡Yo gané!), y cuando pasó la niveladora que quita la nieve, tuve que volver a echar pala. ¡Excelente la nieve!, parecen motitas de algodón regadas por todos lados. ¡Que lugar tan vergón!...¡Virginia si que es pura vida!

12 DE DICIEMBRE
Anoche volvió a nevar. ¡Me lleva!...La niveladora me volvió a ensuciar la entrada, pero, bueno...ni modo. De todas maneras esto si que es vida!

19 DE DICIEMBRE
Anoche nevó otra vez. No pude limpiar la entrada por completo porque antes que acabara ya había pasado la niveladora, así que hoy...no pude ir al trabajo. Estoy muy cansado de apalear esta nieve. ¡Cabrona de niveladora! ¡Que vida!

22 DE DICIEMBRE
Felices navidades blancas, pero blancas de verdad, porque están llenas de mierda blanca. ¡Puta...mierda!. Si agarro al hijue la gran puta que maneja la niveladora, juro que me lo quiebro!. No entiendo porque no usan más sal en las calles para que se derrita más rápido éste cabrón hielo de mierda.

27 DE DICIEMBRE
Anoche cayó más mierda blanca de esa. Ya llevo tres putos días encerrado. Solo salgo cuando tengo que ir a apalear nieve después que pasa la bendita niveladora. No puedo ir a ningún lado. El carro está enterrado debajo de una montaña de nieve blanca y negra de lodo. El noticiero dice que hoy en la noche van a caer 10 pulgadas más de nieve...¡Ni a verga!

28 DE DICIEMBRE
El comemierda del comentarista se equivocó otra vez. No cayeron 10 pulgadas de nieve...¡cayeron 34 pulgadas más de esa mierda blanca!.¡Me cago en su madre! Si seguimos así, la nieve no se va a derretir ni para el verano. Hoy resulta que la bendita niveladora se arruinó cerca de aquí y el hijueputa del chofer se atrevió a venir a pedirme prestada una pala. ¡Que cerote!. Le dije que se me habían roto 6 palas limpiando la mierda que él me había estado dejando todos los días. Así que le rompí la pala en la mera chorola. Se lo merecía, ¡cabrón hijueputa!

14 DE ENERO
¡Al fin hoy pude salir de la casa! Fui a comprar comida, y un venado cerote se me atravesó delante del carro y me lo hizo mierda. ¡Pero me lo eché! ¡A la gran puta!, el arreglo del carro me va a salir como en dos mil dólares. A estos animales de mierda los deberían envenenar. Ojalá los cazadores se los hubieran tronado a todos el año pasado...y lo peor de todo es que andan como si fueran chuchos por todos lados...la temporada de caza debería durar todo el año.

15 DE MARZO
Me deslicé en el hijueputa hielo que todavía hay en esta puta ciudad. Caí de culo, y para más joder me quebré una pata. Anoche soñé que me iba a la playa a comerme un coctel de conchas, que estaba con unas Pílsener y unos culitos a la par, pero nooo!!, el pendejo quería vivir en la USA, y miren hoy...aquí comiendo mierda y con la pata quebrada!!

3 DE MAYO
Cuando me quitaron el yeso llevé el carro al taller, o como le mientan aquí, el "body shop", solo para que el mecánico me dijera que el carro estaba todo oxidado por debajo por culpa de la sal de mierda que echaron en la calle. ¿A quien putas se le ocurre? ¿Es que no hay otra manera de derretir el hielo?

10 DE MAYO
Me regresé a El Salvador. ¡Esto si que es vida!! ¡Que delicia...calor, humedad, tráfico, chuquedad, contaminación, maras, buses y ladrones!. La verdad es que a cualquiera que se le ocurra vivir en esa Virginia de mierda, tan solitario y tan frío; o es un cerote y tiene que estar, no solo choyado, sino que loco de remate. ¡Esto si que es vida!! Hasta luego, me voy para el puerto a echarme unas polarizadas a la salud de tanto hermano lejano, que, de seguro, ahorita se están cagando del frío en la USA.

(Prof. Jaime Echeverría)

sábado, 12 de febrero de 2011

La amante perfecta.


Soy un hombre muy afortunado
De tener una mujer comprensiva,
No es enojada, tampoco abusiva,
Por eso, de ella estoy enamorado.

Cada vez que de ella necesito
Siempre responde a mi llamada.
No se excusa de que está ocupada
Llega a mi lado en un momentito.

No me dice que “hoy no” porque tiene pereza,
Que está en su período o que está cansada,
Que no esta de humor o que está engripada,
Que “nos pueden ver”, o que le duele la cabeza.

Ella siempre me acaricia, haga frío o calor,
Ya sea en la mañana, tarde o noche,
Sea en la sala, en la cama o en el coche,
Siempre está dispuesta a darme su amor.

No me pide joyas ni dinero para gastar,
Que le compre ropa o que le compre un coche,
Ni me pide que la lleve a bailar de noche
Ni me dice:”mi mamá hoy nos viene a visitar”.

Nunca me pide la lleva al cine o a la opereta,
Y en las labores del hogar es muy diestra.
Cocina, lava y plancha y con la siniestra,
-Sin hilo ni aguja- me hace una buena chaqueta.

Solo se conforma con ser mi fiel amante
Y en darme placer hasta llegar al infinito.
No le importa que tenga el …dedo chiquito,
No protesta ni se burla de mi faltante.

Por eso la amo, porque siempre me consuela,
Y aunque ya esté arrugada, y no sea muy bella.
Para mí, ninguna mujer se le compare a ella,
Es mi amante perfecta, mí querida…Manuela.

Memo R Diaz











sábado, 5 de febrero de 2011

No tenga miedo de amar


Don Gabriel García Márquez escribió en una novela titulada “AMOR EN TIEMPOS DEL COLERA”, en la que pone que el amor no es privativo ni exclusivo de los jóvenes, es por eso que en el mes del amor; en el mes de la regalazón mutua, me atrevo a escribir éstas líneas, que sé que a más de alguno le dará cólera. ¿Por qué escribir sobre el amor, pero el amor maduro, el amor sereno, el amor sensato?

Me contaba una amiga que sus padres se enamoraron ya en la madurez, y según su papá el amor es como una fruta. Cuanto más madura, más sabrosa. Esto no quiere decir que algunas frutas verdes como los mangos no sean deseadas aunque no se coman. Muchos de ellos porque destiemplan los dientes, porque más vienen a ser más que todo un antojo pese a lo tronador que queda con limón y alhuashte.
Los mangos maduros son más dulces.

Muchos jóvenes son atacados furibundamente por el amor, que a menudo confunden con la pasión, el capricho o la rebeldía contra sus padres. Con frecuencia se casan sin estar preparados para esa gran responsabilidad que es el matrimonio, y luego fracasan y dejan inocentes criaturas en el abandono. Esta clase de “amores” no indignan ni encolerizan a la sociedad, excepto al papá de la novia, al que le queda la carga de criar de nuevo a su hija y a su nieto.

En la medida que pasan los años, al hombre y también a la mujer, se les va cerrando las oportunidades de encontrar un amor verdadero.
Según los prejuicios sociales, una pobre soltera que pasa de los cuarenta, es condenada a vestir santos y ser blanco de las burlas de que la dejó el tren. Ellas suelen defenderse, que prefieren quedarse a vestir santos que a vestir bolos como les toca a muchas en nuestro país.

Cuando la mujer pierde el tren y fija sus arrugados ojitos en un mozalbete, la sociedad no le permite que se suba en el último vagón; tiene que subir la ruta de la vida a pié, so pena de ser calumniada de “pervertidora de menores”. Lo cierto es que-y esto lo saben muchos jóvenes-una mujer de cuarenta, sabe más del arte amatorio que una de veinte.
El pueblo no se equivoca que “gallina vieja da mejor caldo”.

El hombre de tercera edad que se enamora de una jovencita lo castigan con el nombre de “viejo verde”, “viejo sinvergüenza”; pero, lo que no saben esos envidiosos y envidiosas es que el amor de los viejos no es verde, sino maduro, y mucho más bueno y jugoso que el de muchos jóvenes. MI mamá se casó a los 64 años y vivió un intenso amor hasta que enviudó. Tengo un mi chero cincuentón que anda como cipote perfumado y entusiasmado, porque, según me cuenta, ha encontrado una cipota cariñosa.

No hay que tenerle miedo a lo que otros puedan pensar del amor, ni debe de importar la edad de los enamorados.
Muchas veces los amores con edades distintas funcionan de mejor manera que aquellos que idealizan en las novelas rosa, que lo que menos tienen es amor, porque al final alguien sale pagando la peor parte.

La mejor medicina para que los años no se apoderen de usted querido lector, es que tenga un amor, una ilusión, algo porqué vivir un día mas. Un amor hace que los días sean más luminosos, que los problemas se disipen, que las amarguras se mitiguen, que los malos recuerdos se olviden, que la vida sonría como si siempre fuera primavera.


No se puede ni se debería vivir sin un amor; es injusto conformarse a vivir los últimos días de la existencia del ser humano si no quiere a alguien. Yo se que las mujeres son las que más se arriesgan a quedarse sin un amor, ya que tiene miedo que sus hijos, sus parientes, sus allegados las critiquen, y por eso sufren en silencio, se conforman con suspirar y soñar; pero, por miedo, no intentan convertir sus sueños e ilusiones.

Las que logran romper la barrera del temor y pasan al lado de la realidad, se dan cuenta que la vida sin amor no es vida y que fue una pena de no haber tomado la decisión de amar lo antes posible.

Nosotros los hombres tenemos miedo de amar. Los más miedosos lo hacen a escondidas, pero los que pierden el temor de ser encarnecidos como “viejos verdes” llegan a vivir una vida linda.

Por eso queridos lectores y lectoras que han pasado los cincuentas, solteros, viudos y divorciados, recuerden lo que dice aquella inolvidable canción de Los Panchos: “Sin un amor, la vida no se llama vida; sin un amor, le falta fuerza al corazón…”

Rafael “Don Lito” Montalvo, de su libro “Historias de Don Lito”.
Domingo 11 de febrero de 1996.



miércoles, 2 de febrero de 2011

Cruel despertar a un mundo de adultos... del Moris.



Este escrito me lo mandaron, pero su autor es El Moris. Lo publico sin su autorización porque desconozco su correo electrónico para pedirle permiso, con la esperanza que no se enoje y que no me vaya a entablar una demanda civil por publicarlo sin su debida autorización o por derechos de autor.

Debido a la guerra civil de El Salvador, en la que perdieron la vida
unas 75,000 personas, miles de Salvadoreños emigramos a diferentes
puntos del orbe creando una especie de Diáspora Salvadoreños
(Salvadoreños de la Dispersión es un término más entendible).
Esta situación trajo consigo una serie de casos y cosas que nos hacen
reir, llorar, pensar, lamentar, regocijar, o simplemente meditar en
nuestras historias de Salvadoreños de la Diáspora.

Algunas historias son tristes y otras alegres, unas de triunfos y
otras de derrotas,unas de indómito espíritu y otras de explotación,
unas de fe y otras de rebeldía ante lo espiritual. No importa cual
sea tu historia, pero si sos Salvadoreño que salistes de el país por
situaciones ajenas a tu voluntad o si voluntariamente emigrastes o te
auto-exiliastes igual tendras más de una historia que contar.

Les contaré a continuación mi primer choque traumático con el idioma
Inglés cuando recién había llegado a la Unión Americana.
Había tenido una suerte de brujo con pata de conejo pendiente del
cuello porque me concedieron la visa en México, donde residí en los
últimos seis meses antes de solicitarla. Allí trabajaba como
dibujante técnico arquitectónico. Por otro lado, mi novia había
emigrado y radicaba en California con su madre, una residente de la
Unión Americana, quién la había traido legalmente.

Era un sueño para mí estar con ella, aunque no me llamaba para nada
la idea de venirme a los EEUU por cuestiones laborales y por orgullo
de estudiante recién egresado de una carrera técnica.
Orgullo de bicho virgo, me decía un amigo de adolescencia.

Pero el amor es bruto y llamativo, y además ensordece a cualquier
joven con las hormonas revueltas y las ganas de aquello... de amar,
malpensado! (bueno eso también)... y las cosas se aceleran cuando ese
amor viene en paquetes como el cuerpo y las pantorrillas de mi novia.
Era un atomizador enbrutecedor de mis dendritas cerebrales.

Asi que llegué a este país con visa y vía aerea con otros cuatro
Salvadoreños. Ninguno de nosotros pasaba de 22 años y eramos solteros
empedernidos pero no por feos, sino más bien eramos solteros
circunstanciales, y virgenes forzados y forzosos, productos de una
guerra causante de celibatos indefinidos e indeterminados.

En la Embajada Americana en México, dijimos que vendríamos solamente
por un fin de semana a McAllen, un pueblo fronterizo de Texas a hacer
unas compras y a un Congreso Juvenil Cristiano. Por momentos temía
que nos caería un rayo por la gran paja inventada. Pero yo razoné que
Jesús también fué refugiado ilegal en Egipto en su infancia y
adolescencia. Accallé mi conciencia transera.
"El fin justifica los medios", me susurraba Maquiavelo en mi oido
derecho.

Antes del viaje épico, todos radicabamos en una ciudadela de calles
chiclosas durante el invierno llamada Montemorelos, Estado de Nuevo
León, México. Con la visa concedida, después de viajar en avión, y
ubicados en tierras gringas, en el areopuerto, sobrevivimos el
cuestionamiento de la agente de la migración. Nos preguntó cuanto de
dinero traíamos.... la vacilamos haciéndole creer que traiamos el
doble de dólares de lo que en realidad teniamos.
Atrevidamente doblé los billetes y dejé el billete de encima sin
doblar. Era una ilusión óptica para que la cuenta nos favoreciera.
Conté los billetes uno tras otro ante sus ojos.
Me jugué la vida en ese truco de manos.
La gringa me quizo tomar "el paquete de dólares".
Le dijé algo asi como "iris okei, leme count tu mi", pues yo era el
de re;aciones públicas, el que hablaba, me sentía bilingue pero más
me sentía primo del mago Huddini o Jodini como se llamará.
Fuí muy sagaz y de sangre fría.
Sonreía con la oficial mientras contaba el dinero frente a ella.
Yo me miraba fresco y tranquilo como una monja al amanecer.
Eran momentos de tensión y de jugármela todas, las nachas, el destino
y la suerte era ahora una realidad. Sin embargo ese acto lo había
repetido unas quinimil veces con mis amigos desde antes de salir de
México. Pero pasé la prueba de Hollywood, como le habíamos llamado, y
ahora ya estabamos en tierra Americana.

Ya estando acá teníamos un hambre de chuchos gringos aguacateros
abandonados en tierra de nadie. Después de entrar a un restaurante
nos dimos cuenta que el menú estaba en perfecto Inglés.
No entendíamos nada. A lo único que le atine fue a la parte que
leía "hot-dog and sodas". Mis amigos me dijeron que ordenara porque
yo era el bilingue y el más sabido de asuntos gringos.
En esos momentos me sentí un trotamundos cualquiera con su banda de
Gitanos demandantes y hambrientos.
En ese momento, yo recordé a Don Chepe, el "jotoyero" del pueblo (el
que vendía hot-dog in my little township, para que me entiendan los
agringados que leen esta historia, inútiles monolingues!)...recordé a
los "jotois" como les deciamos allá en mi pueblo a los hot-dogs.
Me sentí inspirado por la Divina Providencia y capaz de hablar hasta
en Chino.

Dirigí la mirada al mesero y traté de ordenar con el mejor acento que
pude...dijé algo asi como "fais jotois and fais sodas". El gringo me
miró desconcertado y en sus ojos pude ver la ansiedad de querer saber
en que hijueputa idioma yo le estaba hablando u ordenando mi orden de
comida. Detecté en sus ojos la confusión cerebral del que no sabe
porque él que le habla lo confunde más hablando que quedándose
callado. Casi se conmociona él y yo pasaba por igual peligro.
Conmoción cerebral de mierda, pensé. "Quiero mis cabrones jotois",
pensé. "¡Puta poseemos problemas!", pensé inmediatamente al ver que
el gringo trabó sus ojos azules por no enterderme ni pepas.
Mis amigos se codearon y mis pendejas orejas se calentaron y se
enrojecieron. Repetí la orden con diferente acento. "¡Más tipería!",
me dirian ellos más tarde, pero esta vez el gringuillo no aguantó y
se sonrió diciendo algo indescifrable para mis oidos.
Ni yo le entendía ni mucho menos el figuraba lo que le decía.
Tuve que hacerle señales para dibujar el pan del "jotoi" en el aire.
Le hice sonidos de cuche desesperado para darle a entender que el pan
dibujado llevaba longaniza de cerdo.
Se me vinó una manera más práctica de darle a entender mi confusa
orden pero no lo hice por ser muy arma de exhibicionista degenerado.
Pero por momentos casi se la enseño para que viese la similitud entre
el hambre y el deseo que me mataba.

Los cuatro vagos se estaban carcajeando y después de encachimbarme me
salí del restaurante en ayunas pero feliz porque en aquel momento mi
corazón dictaba a mi estómago una dieta basada en unas bellas
pantorrillas blancas y un cuerpo fenomenal que distaban a unas 2000
millas (además me salí quería reirme de mi mismo y de la situación en
la que me había metido por no saber ni pepa de Inglés).

2000 millas: para mi ese número era solamente cuestión de horas en
carro....... Hoy día cuando pido un hotdog con soda casi siempre lo
hago al lado de ella, y le cuento que en más de alguna ocasión su
silueta me sirvió de dieta obligada en un mundo donde si no le
entienden a uno es porque tienen problemas de audición, y uno tiene
problemas del corazón entusiasmado por un par de pantorrillas y demás.


El Moris Mono-lingue (Enero 30 del 11)