domingo, 20 de octubre de 2013

Anécdota chumpe-gallo


Colaboración de  Jorge Chorro.

Hubo un tiempo que yo tuve allá en el Pulgarcito un corralito interno en nuestra casa, donde, inocentemente y creyendo que todos los animalitos alados se llevan bien naturalmente, compre unas tres gallinas, un gallo joven y....un chompipe joven.

El tiempo iba pasando y esos jóvenes crecieron y se hicieron adultos ¿y que van a creer?, de repente, el gallo y el chumpe empezaron a darse unas agarradas de a madre, con espuelas y todo.
El chumpe más fuerte, ponía a tierra al gallo, pero este se escabullía y se levantaba y decía con todo encima del chumpe...unos pleitos de varios minutos.

 Por eso dicen que ser gallo para algo es ser así como ese que tuve yo, pero el chumpe es chumpe también; no era ningún sencillo.
Nos divertíamos de ver esos agarrones de esos dos; algo así como Ali-Frazier!!!

Como todo pacifista que soy hasta hoy, nos aburrimos de tanto pleito, así que decidimos terminar con esas camorras.....el chumpe se fue en una cena X y el gallo se fue en chicha en un almuerzo Y.

Cuando los peleoneros ya se habían "marchado" al mas allá; quedaron 5 gallinas y varios pollitos en el improvisado corral interior. Las alimentaba con granos, y se pusieron bien chulas, y los pollitos fueron creciendo.

En un viaje que hice a La Libertad con mi familia pasamos comprando un chocoyito tierno (tipo de periquito).
Lo alimentábamos con masa semilíquida y se fue poniendo bonito. Como yo tenía una enredadera de granadilla en mi patio, esta se creció y se fue para el techo por el crecimiento. Al chocoyito le encantaba estar allí y decidimos dejarlo dormir en la enredadera, pues los animales buscan la naturaleza, mas que cualquier jaula. De repente, un día de tantos, lo buscamos y se desaparecio. ¿Se había volado? ¡Imposible! tenía las alas cortadas. Lo buscamos y nada.

  Mi gente se entristeció al igual que yo. El chocoyito no volvió a aparecer. ¡Ni modo, se fue, se fue!-dijimos en casa. Mientras tanto, nuestras gallinitas ponían huevos muy seguido... ¿por que?...les compramos otro gallo! Comíamos huevos muy seguido y naturales.

Una madrugada escuchamos un gran revoluto en el corral y una alharaca y aletear de las aves, y me dejo ir enpijamado con una lámpara y ¿saben que?.. Un enorme tacuazín tenía agarrada a una gallina por el buche, dispuesto a devorarla delante de las otras y del gallo.

Me zampe a la jaula y le dije a mi señora: "traeme el bate" (mi bate con el que pegaba hits, dobles y jonrones en el Parque Centenario, en los tiempos de softbol en las vacaciones de la escuela). Me lo llevaron, y agarre ese bate, y el horrible animal, pelandome los dientes, soltó a la pobre infortunada gallina y se quiso escapar.

 Lo arrincone y le zampe unos batazos de esos ricos y casi le deshice la cabeza al condenado tacuazín hj de....¡Feyos son esos animales!!
 
Si, el mismo tacuazín que se comió a nuestro chocoyito lindo y cariñosito.

Yo nunca antes había matado a un animal de esa manera, no tengo corazón para eso....solo inyectado en la materia de Anatomía Comparada de la UES cuando estuve enrolado en la opción de medicina y que después la cambie por los números.

El tacuazín ya muerto no me dio confianza, quedamos con miedo, pues, a lo mejor, tenia la hembra y crías por allí en algún tejado, o a saber donde.
Reforcé la jaula de las gallinas, pero un día, decidimos mejor de ya no tener mas, pues a los gatos les gustan las aves también y había varios por allí rondinando.

Así que las gallinas, se fueron "marchando" en diferentes fiestas A, B, C...etc...y el gallo en otra "salsa en chicha " Z...

¿Un tacuazín en mi casa?. ¡Quien lo iba a creer! '
Pero se lo llevo Judas....también se "marcho"....pero a otro mundo.

Experiencias vividas, no compradas.

Relato de Jorge Chorro.


domingo, 6 de octubre de 2013

Recordano al "órgano que habla"

Tomado del blog “Sonidos de la memoria”.

Hace unos años atrás en la década de los 50-60, apareció un organista de origen mexicano, donde interpretaba todo lo de moda en esos tiempos, como él no cantaba, hacía que su órgano (marca Hammond, alemán) dijera las frases de los estribillos.

Para esos tiempos, todo era una novedad, y este señor (no vidente) se hizo muy famoso y triunfó en la farándula de esos años. Ahora esto de hacer "cantar" a cualquier instrumento o animal, es cosa de todos los días, en Youtube existen páginas de perros cantores, personas que hacen hablar un instrumento, etc.




Ernesto Hill Olvera fue un músico mexicano nacido en Mexquital del Oro, Zacarecas, un 22 de diciembre de 1936 y que a la edad de 7 meses perdió la vista cuando, (el asume) fue por un relámpago.

A la edad de 3 años se mudo a Guadalajara con sus padres y a la edad de 6 años ingresó al "Instituto de Capacitación para el Niño Ciego", graduándose a los 12 años, para después estudiar piano. A la edad de 13 años ya tocaba en restaurantes locales así como también en la ciudad de México, donde después se mudaría buscando un mejor futuro.

Se cuenta que todo empezó cuando en el restaurante en el que trabajaba compraron un órgano, instrumento del cual no tenía conocimiento pues nunca había tomado clases, por lo que desarrolló su propia técnica...con el fin de llamar la atención de sus amigos desarrolló una técnica para articular sus nombres, que según leo en “theatre organs” consiste en abrir gradualmente las barras de un órgano Hammond para formar las vocales y el movimiento de las mismas, crearía las palabras, dando la impresión de un órgano parlante.