sábado, 27 de junio de 2009

MEMOrias de la Orquesta Don Bosco

Uno de los recuerdos más hermosos de mi juventud que tengo es el haber disfrutado de las presentaciones musicales de la orquesta del Colegio Don Bosco de San Salvador en las inauguraciones de los juegos estudiantiles, que eran celebrados en el Estadio Flor Blanca, así como también de sus animaciones en la barra salesiana en el Gimnasio Nacional cuando jugaba su equipo de basquetball.

La orquesta era, no solamente instrumental sino también coral, y hacian también coreografía.

La fama de la Orquesta del colegio Don Bosco fué tal que fue escogida para participar en el concurso de Miss Universo en 1975 que fué realizada en nuestro país.

Uno de los temas que mejor interpretaba la Orquesta del colegio Don Bosco y que más recuerdo es "Extraños en el paraiso", de la suite "El Cascanueces" de Tchaicovsky, que interpretaba la Orquesta de Ray Conniff.













Hace 45 años el padre Víctor Manuel López fundó una de las instituciones musicales infantojuveniles de mayor tradición en el país, la Internacional Orquesta Don Bosco.



Primera entrega
A sus 79 años el padre Víctor Manuel López está al frente del Hogar San Cristóbal, en la ciudad de San Marcos; pero hace 45 años se convirtió en el “papá” de una institución musical de niños y jóvenes que por espacio de más de cuatro décadas le ha dado prestigio y reconocimiento internacional a El Salvador, la Orquesta Juvenil Don Bosco.
Este grupo de artistas es para muchos lo más emblemático, por cuanto a tradición se refiere, del talento de los jóvenes estudiantes de ese centro educativo y que ha sido la cuna, asimismo, de destacados músicos que han despuntado en este arte dentro y fuera del país.



El nacimiento de la orquesta
El sacerdote salesiano Víctor Manuel López, originario de Sensuntepeque, recuerda que en 1958, al retornar al país procedente del colegio Don Bosco de Nicaragua, en donde estuvo destacado por algún tiempo, traía con él la inquietud de fundar una orquesta de niños.
En aquel entonces las necesidades económicas eran apremiantes, por lo que el salesiano tuvo que ingeniárselas para poder concretar su deseo.
“No teníamos recursos, elementos, ni medios económicos; sin embargo, el padre director del colegio en aquel entonces, el italiano José Frisso, me dijo: ‘Si usted quiere hacer una orquesta, puede iniciarla, pero no podemos ayudarle económicamente’”, recuerda López.
Al religioso se le ocurrió, entonces, una idea que resultó exitosa.
Organizó y realizó la rifa de 200 colones (una fuerte suma en ese tiempo). Le fue tan bien que obtuvo una ganancia de 600 colones, que destinó para la adquisición de las primeras 30 trompetas que llegaron procedentes de Italia y cuyo costo por unidad era de 30 colones.
Al ver su entusiasmo, los demás salesianos del colegio Santa Cecilia le obsequieron otros instrumentos que no utilizaban.
De esta manera vio la luz en 1958 la que se convertiría luego en la Internacional Orquesta Juvenil Don Bosco.



Música por recreo
El padre López, quien además de ser el encargado de la orquesta era orientador espiritual y maestro de música del colegio, cuenta que los recreos eran aprovechados por él y sus pequeños artistas para ensayar una diversidad de piezas musicales de moda.
Después de dos años de preparación, por fin la orquesta (que más bien era una banda) se presentó en público en un desfile en 1960, que coincidió con un evento político en ese entonces, el derrocamiento del presidente de El Salvador, José María Lemus.



Creció la familia
Con el tiempo el padre adquirió más instrumentos, y aquel grupo de pequeños artistas que comenzó con 18 integrantes llegó a convertirse en medio centenar de chicos que tuvieron la oportunidad de realizar la primera gira por Estados Unidos ese mismo año.
El virtuoso espectáculo de los niños, único en su género, visualmente rico y musicalmente muy profesional, comenzó a acaparar la atención de los salvadoreños, a la vez que lo hizo ganar fama y reconocimiento fuera del país.
El show de la Orquesta Don Bosco consistía en la ejecución de temas musicales de series de televisión, como “El chavo del 8” y “soundtracks” de cine, de películas como “El zorro”.
Para ello se contaba con escenografía, vestuario y coreografías que enriquecían la parte musical. “Aunque la orquesta ya había ganado popularidad, a partir de la realización del concurso Miss Universo en El Salvador, en 1975, donde la agrupación fue la invitada de honor, se ganó el prestigio mundial”, asegura López.



Un bello recuerdo
El padre López recuerda con mucha emoción la primera vez que la orquesta se presentó en Estados Unidos de Norteamérica.
“Dimos un concierto en Phoenix, y al terminar nuestra presentación el público se quedó callado en el auditorio. Creíamos que no le había gustado espectáculo, porque todo mundo estaba callado, pero después vino una gran ovación. Alguien nos explicó que si el público se había quedado en silencio por unos momentos fue simplemente porque estaba maravillado y sorprendido por la actuación de los niños.”



Tomado de la Prensa Gráfica.




Presentación de la Orquesta del colegio Don Bosco en el concurso Miss Universo de 1975 realizado en El Salvador.

miércoles, 24 de junio de 2009

Mi plegaria.



Recordando a César Rodas de Guatemala.

domingo, 21 de junio de 2009

La historia de Marcelino García Flamenco

Mi educación primaria la realizé en el Colegio García Flamenco, que entonces estaba ubicado en la 10° calle poniente de San Salvador, al costado del antiguo edificio del Diario de Hoy, por el cine París, en el centro de San Salvador.

Tres de sus fundadores originales fueron el prof. Rubén H. Dimas, Francisco Moran y Salvador Cañas. Los tres habían sido compañeros de estudios de la Normal de Maestros junto a Marcelino García Flamenco, y decidieron ponerle su nombre al colegio, en homenaje a la memoria del maestro martir. Posteriormente se les uniría el maestro y escritor Saúl Flores

La historia del profesor Marcelino García Flamenco es muy poca conocida en nuestro país, pues tuvo lugar en Costa Rica, país al cual entregó su vocación magisterial, y finalmente, su vida.

El relato lo tomé de un sitio web de un ciudadano costarricense. He aquí la historia.

Era el año mil novecientos dieciocho. En las trincheras de Europa terminaba la primera guerra mundial, mientras que Costa Rica sufría la tiranía de los hermanos Tinoco.

Entre los muchos intentos por derrocarlos, destacó el alzamiento encabezado por los hermanos Alfredo y Jorge Volio, así como por el destacado intelectual, miembro de la Academia Hispanoamericana de Ciencias y Artes, Rogelio Fernández Güell.

Al fracasar el alzamiento, el grupo de Fernández Güell huyó por la zona Sur para tratar de llegar a Panamá, pero los esbirros los alcanzaron en Buenos Aires de Osa.
Allí, Rogelio Fernández Güell y tres de sus compañeros revolucionarios fueron asesinados y solo uno pudo huir herido.

A un maestro salvadoreño llamado Marcelino García Flamenco quien enseñaba las primeras letras en Buenos Aires, le tocó presenciar el crimen en compañía de sus alumnos. Asqueado, Marcelino renuncia a la docencia y huye a Panamá caminando por media selva. Allí denuncia a la prensa el nuevo crimen de la tiranía y mas tarde se incorpora a los exiliados que, en Nicaragua alistan una nueva revolución contra los Tinocos.

Al año siguiente, ingresa a Costa Rica una tropa de muchachos inexpertos y mal armados, que son derrotados por los esbirros en la batalla del Ariete, justamente en un día como hoy, el diecinueve de julio de mil novecientos diecinueve.

Allí, Marcelino García se queda a proteger a los heridos y en esa tarea los tinoquistas lo hieren a machetazos. Ya moribundo, lo atan a un caballo que lo arrastra mas de cien varas y finalmente, lo rociaron con kerosén y lo quemaron a la entrada del poblado de la Cruz.
Este asesinato colmó la paciencia de los costarricenses, y al saberse la noticia en San José comenzaron las huelgas de maestros que culminaron con el derrocamiento de la tiranía de los Tinoco.

Hoy, en el pueblo de La Cruz, una sencilla tumba en mármol blanco sobre la altura que domina la bahía de Salinas, tiene una sencilla lapida en donde se lee:
Marcelino García Flamenco, Salvadoreño, dio su vida por las libertades de Costa Rica.

Hoy, tanto en su patria salvadoreña como en Costa Rica, miles de niños y jóvenes reciben lecciones en escuelas que llevan el ilustre nombre de Marcelino García Flamenco.

Fuente: Los Tinoco, página de Internet de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Costa Rica.




ANEXO: Quiero dar las gracias públicamente al amigo Ramiro quien me proporcionó el dato que Marcelino García Flamenco nació en su pueblo natal, San Esteban Catarina, del departamento de San Vicente, y en el cual la escuela de ese pueblo lleva el nombre del Dr. Adrían García, hermano de Marcelino.



miércoles, 17 de junio de 2009

La hora de la cucharada con el Primo Chomo



El personaje de "Primo Chomo" surgió hace unos 20 años, cuando Roberto Reyes trabajaba en el centro de noticias de KL. "Hacía yo el personaje, pero para los programas de aniversario de la radio. Entonces salió un señor que lo quería patrocinar y ya empezó el programa", explica Reyes.

Luego, el creador del personaje se retiró un tiempo y a su regreso se incorporó a Radio Cuscatlán. Fue ahí donde se le dio continuidad a "La hora de la cucharada con el Primo Chomo". Después regresó a KL y ahora se encuentra en radio Fiesta todas las mañanas y las tardes.

"El Primo Chomo es un personaje que está abierto al tiempo y al espacio. Ha venido a romper paradigmas", dice Reyes. Es por eso que ha durado tanto tiempo al aire y siempre tiene algo nuevo que decir a los salvadoreños.

"El Primo Chomo" busca estar alegre aun en épocas difíciles y es ese precisamente el mensaje que busca transmitir a los salvadoreños con su programa y con el primer disco que ahora lanza.

La vida de Roberto Reyes ha cambiado mucho a raíz del "Primo Chomo", pues no puede andar quieto y callado en la calle y de repente se le sale su "¡Nos vemos primo!".

Como personaje abierto al tiempo y al espacio, Roberto Reyes considera que habrá "Primo Chomo" para rato. El disco ya se encuentra a la venta y puede solicitarlo al teléfono: 284-6350.

jueves, 11 de junio de 2009

El día que mi novia me dió "el mico".

¿A que no tenés huevos de pedirle el mico a la Lorena?,- me decía Paco “Chancleta”, un compañero del quinto grado de primaria, animándome a declararle mi amor a Lorena, una preciosa niña de nuestro mismo de grado que me gustaba y que me tiraba corriente. Pero como yo era muy tímido, no me atrevía a pedirle que fuera mi novia. Y Paco, como sabía que la bicha me gustaba, me jodía para que de una vez por todas le pidiera que ella me aceptara como su novio.

-¡No jodás, ponete de culumbrón a ver si no tengo huevos.! Le respondía yo-. ¡Lo que pasa es que a ella no le gusta que nos miren juntos porque es muy penosa! ¡Pero cuando salgamos de la escuela, le pido el mico, vas a ver!

Eso lo tengo que ver!- me seguia jodiendo Paco.- ¡Yo se que la Lorena a vos te tira los calzones, pero si no te ponés abusado, el Mario “Chancaca” se te puede adelantar y robarte el mandado, porque yo se que a él también le gusta la Lorena!

Y yo, como que me animaba y no me animaba a hablarle a la bicha, porque me daba mucha pena pedírselo y que me fuera a decir que no. Me moriría de vergüenza y me pondría rojo como un rábano. Pero también sabía que el tiempo estaba en mi contra, y que así como yo, había un montón de buitres que andaban detrás de los huesitos de la Lorenita.

Así que con las piernas temblorosas y con la frente sudorosa por el miedo al rechazo, me dirigí hasta donde estaba la que me había robado el corazón y le dije con voz entrecortada:

-“¿Lorenita, puedo pe pe dir le le un fa favor ci ci cito?
-¿De qué se trata?-me preguntó ella-.
-“Si me me me pu pu pidiera dar el el el el
Si le puedo dar el qué? Dígalo de una sola vez- me dijo Lorena-.
-Es que me me da mucha pe pena decírselo. Y a lo mejor us us usted se va a e e enojar conmigo por lo que le le voy a pe pe pedir.
-Pero si no me dice lo que me quiere pedir, no voy a saber si me voy e enojar o no. Hable de una vez porque ya van a tocar la campana para entrar a clase.

Y agarrando valor e inflando el pecho le dije:
-Lorenita, usted me gusta mucho. Y quisiera que fuera mi novia. Y como prueba de amor, quiero pedirle que me de “el mico”.

-Ella no se sorprendió de mis palabras pues lo tomó de forma muy natural y me dijo:
-Si, acepto ser su novia. Pero con una condición. – Me dijo ella-.
-La que sea- Le respondí-.
-Quiero que me de sus “coyoles” para chupármelos “.
- Aceptado-respondí con una sonrisota dibujándose en mis labios-.
-¿Cuándo nos vemos para que me des el mico, Lorenita?-Le pregunté tratándola de vos porque ya éramos novios-.
-El Jueves, después de clase de catecismo, detrás de la Parroquia, por la pila. Pero vas solo, no quiero que nadie nos vea cuando te dé mi “prueba de amor”, ni que nadie sepa que te lo voy a dar.
-Alli voy a estar, solito, esperándote impaciente- Le constesté-.
-¿Y ya que somos novios, me dejas que te dé un besito?- Le pregunté en forma atrevida-.
-No, hasta el jueves, cuando estemos solos-. Me respondió-.
-Nos vemos el jueves, entonces.-Le dije-.
Y se encaminó hacia el salón de clase al sonar la campana. Pero antes de entrar al aula, volteó su mirada hacia mí, y me lanzó un beso con su mano.

Regresé caminando hasta donde estaba Paco, bien “culón”, porque ya había amarrado y este me preguntó impaciente:
-¿Qué paso?¿Que paso?¿Le pediste el mico?
-Si-Le respondí-.
-¿Y cuando te lo va a dar.- Preguntó-.
-El jueves, después de catecismo-Le respondí.-Pero no quiere que le diga a nadie que me lo va a dar, ni quiere que nadie nos vea cuando me lo de.
-Esto no me lo pierdo.-Me dijo Paco.-Yo lo tengo que ver.-Repitió-.
-Si la Lorena te cacha que nos estás espiando, no me da el mico. Así que no vayás, o te escondés bien para que ella no te vea-. Le dije para disuadirlo que no me fuera a echar a perder el acontecimiento.-
-Vos no te preocupés por nada, nadie se va a dar cuenta que los estoy espiando. Repitió Paco-.
-Mejor hay nos vemos porque ya tocaron para entrar a clase
. Le dije-.
-¡Salú!
-¡Salú
!

Los días y las horas pasaban lentamente y yo no me aguantaba que llegara el jueves.
Mi mamá notó que algo raro me estaba pasando y me preguntó:
-¿Y a vos que te pasa que te veo caminando de arriba para abajo como desesperado?
-¿A mi? Nada. ¿por que?- le respondí haciéndome el disimulado-.
- Es que andas como alma en pena. No te estas quieto, ni asosiego. A mi vos no me engañas. A vos te pasa algo.- Me respondió-.

Y como las nanas saben leer el alma de sus hijos me preguntó:
-¿No será que una cipota ya te flechó?.
-Pues sí. Le dije. Una cipota de mi grado aceptó ser mi novia y el jueves me va a dar el mico como prueba de amor.
-¿Y de seguro ella te pidió tus coyoles para chupártelos-. -Me respondió como adivina.-.
-¿Y usted como lo sabe?-Le pegunté a mi mamá-.
Ay hijo. Eso de pedirle a las niñas el mico como prueba de amor y que ellos les den los coyoles para que se los chupen es más viejo que “Chico andá bañate”.
-¿Y cuando te lo va a dar?-me preguntó-.
-El jueves después de catecismo.-Respondí-.
-Asegurate,- me dijo ella-, que lo tenga limpiecito y oloroso, y que no se lo haya dado a nadie antes que a vos.
-¿Y yo como voy a saber si no lo ha dado antes a otro?- Le pregunté-.
-Si ves que te lo tiene flojo, todo aguado, está roto, o ves que le han metido el dedo, es que ya ha sido usado antes por otro baboso?
-Y si ya fue usado, ¿no se lo cojo?- Le pregunté-.
-Eso es cosa tuya- Me dijo mi mamá- Yo solo te estoy advirtiendo que puede ser que ya le haya dado el mico a otro antes que a vos.
- Esta bien mamá. Voy a ser cuidadoso.-Le respondí-.

Llegó al fin el día jueves tan esperado por mi, y así como me lo prometió Lorena, allí estaba, detrás de la sacristía a la salida del catecismo.
Estaba preciosa, con su faldita azul con rayitas amarillas, calcetines blancos, blusa manga larga y una mantilla cubriéndole la cabeza.

-La saludé: ¡Hola Lorenita!
-¡Hola Memo
!.-Me respondió-.
-¿Me trajiste el mico?-Pregunté-.
-¡Sí.-Me contestó-. ¿Y vos me trajiste tus coyoles?-.
-¡Si-. Le respondí-. Aquí te los tengo, grandotes, peluditos y mieludos como a vos te gustan.
-Enseñámelos a ver si es cierto.-Me dijo Lorenita-.
-Abrí las manos y cerrá los ojos.-Le dije, y le puse en sus manos mi par de hermosos coyoles.
-Hoy te toca a vos.-Le dije-¿Adonde está mi mico?- Pregunté.-
-Aquí te lo tengo, bien escondidito debajo de la falda, para que nadie lo vea, solo vos.
Pero vámonos a donde nadie nos mire para dartelo.

Nos fuimos detrás de la pila de la iglesia, y me va enseñando aquel precioso tesoro, que para ella, era su prueba de amor hacia mí, y me pregunta:
-¿Te gusta?
Si, me encanta!. Le dije.
Nunca pensé que me lo fueras a dar. ¿Me dejás que lo huela, lo acaricie y le de un besito?
-Es tuyo y podes hacer lo que querrás con el? Nada más que tratalo con dulzura y delicadesa porque es muy fino-Me dijo-.
-Se nota. -Le dije-.
-Pero ¿Para que lo querés oler si te lo traigo bien lavadito con jabón de olor y le eché perfume francés?.- Me preguntó Lorenita-.
-Es que mi mamá me dijo que me asegurara que no tuvieras el mico huango, apestoso, usado, o que ya se lo hubieras dado a otro cipote antes a que a mí- Le respondí.-.
-Vos sos el primero a quien se lo doy-. Me aseguró ella-.
-Entonces, ya que somos novios, dame un besito.- Le dije para consumar el acto de compromiso de noviazgo.
Ella me dio un beso tronador en el cachete y salió corriendo adonde su mamá que la esperaba para llevarla a su casa

Yo me sentía como que andaba caminando en las nubes de contento, y salí de la iglesia La Merced ese día jueves de Corpus con el pañuelito bordado a mano prendido de mi camisa, para enseñarselo a Toño, el cual Lorenita me había regalado como prueba de amor hacia mi.

Ella, se fue caminando hacia su casa de la mano de su mamá, comiéndose el par de coyoles en miel morada que yo le regalé como prueba de mi amor, ese día ya tan lejano, pero inolvidable de mi niñez, cuando Lorenita me dió "el mico".

Y se acabuche, pata de cuche.
Anexo del relato:
Muchas de nuestras costumbres y tradiciones se han perdido con el tiempo y la del día Jueves de Corpus, De Corpus Cristy o “Día del Mico” como se le conocía, ya casi nadie se acuerda de ella, ni mucho menos se practica en nuestro país.

Consistía en que los niños o varones, con edades antes de llegar a la pubertad, les pedían a las hembritas que el día jueves de Corpus les “dieran el mico”.

El “mico” se le llamaba a un pequeño regalito, que casi siempre era un pañuelito, una sorpresa, un muñequito, una cartita con un dibujito, que las niñas le prendían en la camisa al amiguito o varón de su preferencia, con un pequeño ganchito de ropa.
Los varones, en reciprocidad, les daban de regalo dos coyoles en miel morada envueltos en una tuza.

El que una niña le diera “el mico” a uno, era considerado como promesa de compromiso para con el elegido, aunque esto no era nada más que un inocente y divertido juego entre infantes que asomaban a la pubertad.

El jueves de Corpus se celebraba el segundo jueves del mes de junio, y simbolizaba la transformación del cuerpo de Jesucristo en la ostia o eucaristía.

Memo R. Diaz.
Jueves de Corpus Christy del 2009.

sábado, 6 de junio de 2009

El Salvador 2_Mexico 1

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viernes, 5 de junio de 2009

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