Pendejos asesinan a Facundo Cabral

Tengo una mezcla de sentimientos arremolinados en mi pecho en éste momento.

Estoy sorprendido, incrédulo, triste, impotente, apesadumbrado, pero más que todo, estoy “que me lleva la región de putas” de la rabia y la cólera que tengo por la noticia de que la violencia ha ganado otra víctima más, y esta vez se trata de uno de los mejores poetas, trovadores y cantautores que el mundo ha conocido y es nada más y nada menos que el poeta universal Facundo Cabral, asesinado cobardemente éste día en Guatemala cuando se dirigía al aeropuerto de La Aurora.

Hasta el momento son pocos los detalles que tenemos, pero todo hace indicar que el asesinato fue planeado, ya sea para matarlo a él o a alguno de sus acompañantes. Como haya sido, planeado o fortuito, el hecho es que la violencia nos roba a otro hermano nuestro que en vez de fusil cargaba una guitarra al hombro, y en vez de balas, disparaba palabras de amor por su boca de trovador.

Facundo Cabral era un poeta y cantautor reconocido en el mundo entero por sus poesías y canciones inspiradas en el amor, en la vida, en la amistad, y en sus canciones nunca hablaba de violencia sino de amor al prójimo siguiendo las enseñanzas de Jesús, del Dalai Lama, de Gandhi, de Martin Luther King y de tantos otros que creían en el amor y la fraternidad del ser humano como filosofía y conducta de vida.

Y éste día, los que creen en el odio y la violencia, nos lo han arrebatado de nuestro lado. No solo les basta robar lo que no es de ellos, sino que le roban la vida a nuestros seres que más queremos.

¡Malditos! ¡Mil veces malditos! ¡Pendejos Hijos de milquinientas putas! ¡Ojalá se ahoguen y se pudran en su vómito de odio y maldad!

¿Hasta cuando vamos a aguantar tanta violencia y maldad? ¿Hasta cuando? ¿Hasta que no hayan más Facundos en el mundo?

¡Entonces ya todo será tarde!

¿Hasta cuando las autoridades de nuestros países se van a dar cuenta que la violencia es el mayor flagelo que atormenta a nuestros pueblos y que se debe hacer una guerra frontal, total y sin tregua contra los mareros, rateros, extorsionistas, ladrones, asesinos, delincuentes y demás plagas y ratas que se alimentan del trabajo de la gente honrada y trabajadora?

¿Hasta cuando los jueces corruptos, los fiscales ineptos y los abogados sobornados se valdrán de trucos, artimañas, patrañas y vacíos en las leyes para declarar inocentes a los delincuentes que se logran detener?

¿No creen que ya es tiempo que hagamos algo al respecto?

¡BASTA YA DE TANTA VIOLENCIA!

¡Hasta siempre mi querido Facundo!
¡no sos de aquí ni sos de allá!
sos universal y eterno
como el Ché y Gardel
de tu querida Argentina,
que hoy llora por vos,
como lo hizo con Evita.
Y hoy nosotros también lloramos tu partida.
Pero nos dejas tu música y tu palabra
llenas de amor y de paz para el prójimo.
¡Descansa en paz querido hermano!