En 2006 supe por primera vez de una casita encantada y me impresionó porque además de encantada, era real. Fue a través de un reportaje publicado en un periódico que me di cuenta que existía. Particularmente yo he escrito sobre gente que quisiera conocer alguna vez y siempre ando a la caza de historias y de los sueños de otras personas, porque al hacerlo cumplo mis propios sueños, por supuesto dentro de mis limitantes terrenales, nada de tomarme atribuciones divinas o algo así, para nada, solo es que pienso, amiguitos míos, que dentro de nuestras capacidades más tangibles, hacer un poco a favor de alguien es tan gratificante, al menos, mucho más, que quedarte impávido sin hacer nada por nadie.
Con el tiempo he aprendido a no olvidar que debo hacerlo con cuidado, con respeto, con cariño y si puedo y si me lo permiten y hasta entonces, entro a esas historias con todas las precauciones que el caso amerita, porque siempre puede flotar una pregunta en el aire que cuestione el hecho de ¿Porqué te involucras en cosas que no son de tu incumbencia? -pueda ser- pero mientras averiguamos la respuesta, yo ya estoy abordando a las personas y palpando su propia realidad, porque a ellos, esa vaina de la incumbencia o no, poco les interesa: ..no tenemos energía eléctrica…hay que “acarrear” el agua antes de irnos a la escuela…en el invierno, a veces voy a la escuela con “yinas” es que no me duran los zapatos….a mi me falta el libro de “sociales”…no tengo lápices de colores, de esos “chivos”…es que siempre quiero pintar “el Chaparrastique” de verde pero solo tengo un verde oscuro y yo necesito un verde más palidito y otro verde mas encendido…de esos chivos pues……fíjese señora que mañana mi mamá ira a lavar “ropa ajena” y con lo que le paguen compraremos mas maíz y nunca nos alcanza para comprar esos lápices de color que le digo.
Imagínate, pues amigo mío, si aquí lo sublime y lo bello es la oportunidad que tenemos de realizar un cambio, de dar una alegría, una esperanza, inclusive, llegar a modificar una realidad, alcanzar un sueño. En ese afán, hoy no di nada, hoy me toco a mí recibir algo muy bonito. Este fin de semana, un amigo mío me ayudo a acercarme a una historia que yo tenía guardada desde hace como 5 años, esa historia era conocer esta casita encantada y sus moradores.
Es una casita de aproximadamente 4 mts. x 4mts. Anclada en medio de la nada, a campo abierto. Al pie del volcán Chaparrastique, por el lado del Borbollón, a la altura de la laguna El Jocotal, 125 ms. de la capital San Salvador. En esa casita vive María P. quien construyó esta casita con un ingenio que deja boquiabierto a cualquiera. Yo, que estoy recibiendo clases de reciclaje con una instructora sueca de Glasswing International, que se queda corta cuando María P. con su sencillez e ingenio, me dio una verdadera cátedra de lo que se puede hacer con material de reciclaje. Su casa está construida con puras botellas plásticas y sus taponcitos.
Este sábado fuimos a visitarla y desde que me acerque a la puerta del patiecito de entrada de su casita, le grite:
-María P. ya llegue, por fin vengo a verte.
-Pasen adelante – me contestó aquella mujer de piel blanca, “pechita”, pelo totalmente cano, con los pies desnudos y lo mejor de todo…con una sonrisa de Dios Padre.
-Siéntense…o si querés acóstate en la hamaca- me dijo- debes venir cansada del viaje. .
-Para nada María, me siento bien pero eso no significa que no me voy a dar un par de mecidas. Gracias. Pero antes que nada suceda, quería pedirte permiso para tomarle un par de fotos a tu casita, ¿puedo?
-Toditas las que queras.
-¿Cómo te llamas? –me dijo.
-Llamáme Paty.
-¿De dónde venís mujer guapona? Me preguntó.
-Vengo de mi libro de historias guardadas. Vengo de mi sueño a conocer tu sueño. Vengo simplemente a conocerte y a platicar contigo…así que, contáme María P. ¿Cómo te vino esta idea de hacer esta casita tan original?
-Fue un sueño que tuve en el que Dios me dijo que no me angustiara mas por no tener casa, que hiciera una así.
-Tu familia, ¿que te dijo cuando les contaste lo que pensabas hacer?
-Que estaba loca me decían, los vecinos también me decían que - el viento te la va a levantar- se te va a meter el agua de la lluvia. Solo Prudencio me apoyo desde el principio.
-¿Cómo la hiciste?
-Mira, la hice con mis propias manos, Prudencio me ayudo con las varas y los horcones. Me tarde como dos meses solo en recoger las botellas plásticas y otros tres meses más para terminarla.
-Tenaz lo que has hecho y dime ¿Querés a Prudencio?
-Si. Siempre lo he querido.
-¿Y se ha portado bien este hombre contigo?
-¡Ummm!, vieras que ha sido bien celoso y yo nunca he tenido nada con nadie, pero el sí ha sido bien “pispireto” con las mujeres.
-El se ve mayor que vos…¿Cuántos años tenés vos?
-81 y él dice que tiene 102, yo era una cipota chula cuando me “ajunte” con él.
-¡Aun te ves Chula!- le dije
-No. Vos sós chula.
Nos reímos las dos de la “piropiada” que nos acabamos de dar.
En la entrada, a un lado de la puerta, está colgado un rotulo que dice: “El Salvador la casita encantada fue hecha en el año 2005” .
La casa es bastante ecológica, es resistente, bueno ya lleva 6 inviernos con éste y como si tal, es bien fresca, agradable a la vista, te saca de onda, las paredes están además bien adornadas con flores, con jarrones de barro que ella misma ha hecho, los horcones le sirven para sostener unas replicas de las muñecas “gigantonas de Jocoro” , también las ha hecho ella misma y las ha pintado…sus ojos…labios…el cabello es rubio hecho de lazos amarillos “desmelechados”, todas están pintadas de piel blanca como ella, pero tenía una que era diferente, se veía la carita oscura color del barro y le pregunte:
-¿Y esa porqué no la has pintado?
-Así la voy a dejar morenita, la gente morenita es chula también.
-Tenés razón. Así dejála.
-Así la voy a dejar morenita, la gente morenita es chula también.
-Tenés razón. Así dejála.
Yo pensaba antes de venir que como habían pasado muchos años de su construcción, ya no la iba encontrar o si la encontraba estaría deteriorada…bien equivocada que estaba, María P. le da un mantenimiento de primera mano “todititos los días de Dios”, limpia cada rincón, las redecora si así lo decide.
El techo, mas bien, el encielado también es de puras botellas plásticas y la cubierta esa si es de laminas, ella siempre está atenta que no haya fuga de aguas lluvias…las botellas las pinta, una por una, con el dedo me dijo, así quedan más bonitas.
¿Y el piso? Dios!! ¡Eso sí que es una belleza! Es un verdadero mosaico, no hecho al azar, para nada, está bien diseñado…bien artístico, hecho de los tapones de las botellas, miles de tapones de botella y la técnica que usa es pegarlas sobre una capa delgadísima de cemento-lodo que ella prepara, algo bien resistente y bastante ecológico. Me señala una parte del piso y me dice:
-Mira Paty…aquí llevo el “corte” de la nueva capa que voy poniendo, porque los taponcitos de plástico ya se empezaron a rajar, ahora estoy utilizando mas los de lata. Para cuando vengas otra vez ya habré terminado todo el piso ¿Cómo cuándo vas a venir otra vez Paty? me pregunto.
-Cuándo tenga lista estas fotos que hoy he tomado y te las pueda venir a dejar para que tengas un recuerdo.
-Ta bueno, sós la única que ha venido y me habrá traído una foto…imagínate que mejor vos tenés fotos de cuando recién hice la casa y no yo. Alguien vino una vez y tomo esas fotos y yo nunca supe que hizo hasta hoy que vos me traes el periódico donde salimos…las has guardado bien en este álbum que “cargas”.
-Así es María.
-¡Rosita…vení ve las fotos!
Rosita (la única hija de María P.) dejo de planchar y se acercó.
-Ve que bonitas…ahí está mi papá…y yo estoy acostada en la hamaca…que bonitas…¿y cuando salieron estas fotos señora Paty?
-¡Umm!... eso fue hace como 5 años…me gusto la historia de ustedes y por eso las guarde y así como dice esta nota que escribí en ese entonces donde dice que algún día las buscaría y las visitaría y hoy mi amigo me dijo que si eso quería que era buena idea y hoy, un buen día para hacerlo. Así que por eso estamos aquí.
-Cuándo tenga lista estas fotos que hoy he tomado y te las pueda venir a dejar para que tengas un recuerdo.
-Ta bueno, sós la única que ha venido y me habrá traído una foto…imagínate que mejor vos tenés fotos de cuando recién hice la casa y no yo. Alguien vino una vez y tomo esas fotos y yo nunca supe que hizo hasta hoy que vos me traes el periódico donde salimos…las has guardado bien en este álbum que “cargas”.
-Así es María.
-¡Rosita…vení ve las fotos!
Rosita (la única hija de María P.) dejo de planchar y se acercó.
-Ve que bonitas…ahí está mi papá…y yo estoy acostada en la hamaca…que bonitas…¿y cuando salieron estas fotos señora Paty?
-¡Umm!... eso fue hace como 5 años…me gusto la historia de ustedes y por eso las guarde y así como dice esta nota que escribí en ese entonces donde dice que algún día las buscaría y las visitaría y hoy mi amigo me dijo que si eso quería que era buena idea y hoy, un buen día para hacerlo. Así que por eso estamos aquí.
Esta visita a la casa de esta mujer me dejo simplemente… encantada!! Y no solo eso, me enseñó una gran verdad: Lo que para unos es basura, para otros es todo su patrimonio, ¿no te parece? Y eso aplica aquí, en Japón, en Argentina o en cualquier parte del mundo.
Saludos cordiales a todos.
©patychong. 19072011
Saludos cordiales a todos.
©patychong. 19072011
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