¿Y De boca, que va a querer?
Terminando con las corrientes, pero siempre útiles: mango verde, hojas de jocote, tortrix y pepino con limón.
La boquita es parte elemental en el arte de tomar; tan importante como la temperatura de la cerveza, la música de fondo, la plática amena, la jarra congelada o el tamaño de las nalgas de la mesera.
Son esos pequeños detalles los que hacen que compartir una mesa cervecera sea un rito de placeres inigualables en el fin de semana de cualquier salvadoreño.
No importa si el precio de la cerveza es mayor con boca, lo importante es el hecho de estar comiendo algo que complemente el sabor de la bironga.
Es un gusto casi psicológico, porque las porciones suelen ser minúsculas, pero complementan el ornato de la mesa junto al salero, la salsa Perrins, el bote de chile, el cenicero y el servilletero.
No se concibe una mesera que no sea capaz de recitar de memoria la variedad de bocas que el chupadero ofrece. No importa si en cada mesa hay un menú, por que de todas formas si lo leés todo y escogés finalmente una, podés tener la seguridad que te van a decir que de esa no hay.
Por eso hemos aprendido que cada vez que se pide una cerveza se debe preguntar ¿que tiene de boca? .
Además hay una especie de cábala o fetichismo en escuchar el listado nuevamente con cada cercha. Los bares, discos y pubs sirven la cerveza sola y tal vez ofrecen una entrada' o “algo para picar”, pero lo nuestro son los chupaderos con su variedad de bocas, con tajaditas de limón, servidas en platitos de barro o de plástico, todos con señales inequívocas de que en algún momento sirvieron también de ceniceros.
Hagamos prevalecer nuestra cultura y sigamos pidiendo bocas, de esta manera mantenemos vivas las tradiciones, tan importantes en la memoria histórica de los países.
Además, que si el día siguiente se amanece con nauseas, calentura y dolor de cabeza, se puede recurrir a la tan trillada frase 'me hicieron daño las bocas'.
Y si no le alcanza el pisto para pedir su biiria con boca, pues no le queda más recurso que pedir que se la sirvan con “boca de paisaje”.
Desde las más comunes: queso frito, chorizo, maní, pescado,,sopa de jaiba, patita de cerdo, chorizo, deditos de queso, ejotes, hongos al ajillo, enredos, corazón y ceviche de pescado.
Pasando por las exóticas: conchas rellenas, punches en alguashte, cabrito asado, consomé de garrobo, arroz con calamares, corazón de palmito, conejo, aros de cebolla, paté de hígado y huevos de iguana.
Sin dejar de mencionar las autóctonas: aguacate, queso duro-viejo, nachos con frijoles, sopa de frijoles blancos, jutes en alguashte, sopa de chipilín, cuajada y yuca con pepezcas.
Terminando con las corrientes, pero siempre útiles: mango verde, hojas de jocote, tortrix y pepino con limón.
La boquita es parte elemental en el arte de tomar; tan importante como la temperatura de la cerveza, la música de fondo, la plática amena, la jarra congelada o el tamaño de las nalgas de la mesera.
Son esos pequeños detalles los que hacen que compartir una mesa cervecera sea un rito de placeres inigualables en el fin de semana de cualquier salvadoreño.
No importa si el precio de la cerveza es mayor con boca, lo importante es el hecho de estar comiendo algo que complemente el sabor de la bironga.
Es un gusto casi psicológico, porque las porciones suelen ser minúsculas, pero complementan el ornato de la mesa junto al salero, la salsa Perrins, el bote de chile, el cenicero y el servilletero.
No se concibe una mesera que no sea capaz de recitar de memoria la variedad de bocas que el chupadero ofrece. No importa si en cada mesa hay un menú, por que de todas formas si lo leés todo y escogés finalmente una, podés tener la seguridad que te van a decir que de esa no hay.
Por eso hemos aprendido que cada vez que se pide una cerveza se debe preguntar ¿que tiene de boca? .
Además hay una especie de cábala o fetichismo en escuchar el listado nuevamente con cada cercha. Los bares, discos y pubs sirven la cerveza sola y tal vez ofrecen una entrada' o “algo para picar”, pero lo nuestro son los chupaderos con su variedad de bocas, con tajaditas de limón, servidas en platitos de barro o de plástico, todos con señales inequívocas de que en algún momento sirvieron también de ceniceros.
Hagamos prevalecer nuestra cultura y sigamos pidiendo bocas, de esta manera mantenemos vivas las tradiciones, tan importantes en la memoria histórica de los países.
Además, que si el día siguiente se amanece con nauseas, calentura y dolor de cabeza, se puede recurrir a la tan trillada frase 'me hicieron daño las bocas'.
Y si no le alcanza el pisto para pedir su biiria con boca, pues no le queda más recurso que pedir que se la sirvan con “boca de paisaje”.
Anónimo.
4 comentarios:
ya me recorde de las cervesitas que me tomaba en el patio de paco flores cuando vivia alli el chocolix y vendian coctels de concha, o el famoso jiboa y por que no recordar tambien el silver dollar o el golden fish que tenia una boquita unica de pescado y estaba ubicado en la planta baja del edificio salandra o tambien por que no recordar el restaurante el pulpo que te vendian unos coctelitos de mariscos fabulosos...hoy si me jodiste creo que voy a tenr que hecharme las respectivas esta noche.
Tu amigo bigotes.
Quiubo Luis, placer de verte de nuevo por aquí.
Yo también iba de vez en cuando a echarme las conchitas al chaletito de la casa de Paco Flores donde la mamá del choco Lix, y también al Bavaria, y al Golden Fish en el edificio de los Salandra.
Allí tenías que pedir las cervezas de tres en tres mínimo, porque si pedías solo una la mesera se tardaba como una hora en volver a atenderte, y como las mesas eran grandes y redondas sentaban a varios clientes en la misma mesa sin conocerse.
Lo famoso del Golden Fish era las bocas de pescado, y la mara iba allí solo por eso. Otra cosa era que abrían de 12 a 2.30 y volvían a abrir de 5 a 9 de la noche, cerraban temprano porque se les acababa rápido la cerveza y las bocas.
El Pulpo era otro lugar que frecuentaba a menudo, otro era el Yate, la Fogata, el Manolo´s, el Chele´s, el Chipil Inn, la Atarraya, el Mar y Tierra, el Mundial 70, la Media Jarra, el Gigante, y la Curbina.
¡Ah tiempos aquellos!
Saudos Bigotes y nos estamos comunicando.
Memo.
Y que me dicen del Rincón Marino y del Gambrinus, ahi si que servían buenas bocas. Solo como referencia, el RM inició en un pasajito de un centro comercial que estaba entre la 4a Av. Norte y la 5a C. Ote., luego pasó a la 2a. Av. Norte frente a la Lotería Nacional y cerró al público el 02 de septiembre de 2005. El Gambrinus en los 80´s estaba sobre la 23 C. Ote, frente al Colegio María Auxiliadora, luego lo pasaron a la 5a. Av. Norte por donde estaba La Tapachulteca en la zona de Don Rua. Una de las "meseras emblemáticas" de esos tiempos, aahora es la dueña del "Soccer" por la Panadería La Única, casi frente al Ex Cuartel San Carlos. Lleguense,les gustará: ceveza fria, buenas bocas, meseras con buen....trato.
el tamaña de las nalgas de la mesera XD...y ya cuando estas a verga lo que importa es el tamaño de las nalgas de tu compadre jajaja
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