sábado, 12 de marzo de 2011

Sapos de otro charco.

Algunas personas se creen más salvadoreñas por siempre haber vivido en el país.
Creen ser mejores patriotas que los que salieron por algún motivo de la patria.Este es un tópico que pone una disyuntiva que pocas veces es discutida...
Es más creo que la propuesta de ser más salvadoreño que otro connacional es
errada, y por lo tanto las respuestas propuestas son inadecuadas.

La permanencia o la ausencia de una persona en la geografía de un país no
dignifican ni rebaja a nadie absolutamente de su nacionalidad. No importan las causas de la permanencia o de la ausencia del terruño.
Ejemplo claro de lo que propongo son los israelitas, quienes vivieron sin un
territorio físico por lustros, y son ejemplo de nacionalismo extremo.
Su antítesis serían los palestinos, quienes aunque desplazados siguen con el
sueño de poseer por completo lo que ellos consideran usurpado.
Ambos países tienen hijos regados en la faz de la tierra. Y no hay ningún
palestino o judío que dude de sus nexos con sus respectivos países.
Creo que es difícil rivalizar con estos dos países en asuntos de nacionalismo.

El supuesto merecido nivel de nacionalismo es fatuo porque la patria es un
concepto cívico que raya lo espiritual. La patria no puede ser un grado de
gentilicio superlativo nacionalista al cual uno se promueve por méritos propios.
Existen personas con profundas raíces en sus país de origen y que han vivido
exiliados gran parte de sus vidas por diferentes motivos. Albert Einstein es un
ejemplo superlativo: israelita viviendo en Alemania y en los EEUU.
Nunca supe que el era menos israelita que otro por vivir en dos naciones en
guerra entre ellas. Por otro lado, existen apátridas viviendo en la nación que
les vio nacer, y por la cual ellos no dan un comino. Estos van aún más allá: no
son más merecedores del gentilicio que otros porque algunas veces son
vende-patrias.
Y el simple hecho de su permanencia en la tierra que les vio nacer no los hace
más idóneos que los que no viven en el terruño donde su ombligo está enterrado.
La intensidad de la pertenencia a determinado país no tiene niveles superiores
porque eso no se vende al mejor postor. Se pertenece o no se pertenece a un
lugar.

O se es extranjero o nacional, o se participa o se abstiene de los procesos
políticos originados en una conciencia cívica y civil basada en asuntos de
moral, de conciencia y de valores.

La permanencia en un lugar debiese ser otorgada u obtenida por una serie de
leyes reguladoras previamente establecidas democráticamente para evitar la
manipulación política de las leyes de inmigración.
Eso es lo que esta sucediendo en los EEUU.
Lo que esta sucediendo en este coloso del Norte es una repetición cíclica de la
historia de los EEUU. Sucedió con las personas de raza Negra, con los Italianos,con los Irlandeses.
Un buen grupo de africanos regresó a África durante la era de opresión en los
USA. Fundaron una nación. Otros proponían segregarlos en algún estado de la
Unión Americana. Pero el proceso de asimilación y aceptación fue lento y todavía
esta desarrollándose. Ahora somos los Latinos viviendo acá y con raíces en otras
naciones.
Ahora mismo se están proponiendo leyes para que los hijos de personas
indocumentadas no sean ciudadanos norteamericanos. En Texas, se ha esta
fabricando una ley que encarcele a los que empleen a indocumentados, pero se le
absuelve si lo emplean en tareas domésticas. Ya sabemos lo que esta pasando en
Arizona, donde la policía se ha convertido en un aparato de represión y
delatores de personas indocumentadas.
Algunos creen ser más patriotas que otros al perseguir a las personas que ellos
consideran "ilegales" por no poseer documentos.

Mientras tanto los connacionales viviendo allá en el país continuamente nos ven
a los que vivimos afuera del terruño como sapos de otro charco...Algo parecido
nos pasa con otras razas con más historia y más permanencia en los países que
arribamos porque ellos también nos ven como sapos de otro charco.

Cualquiera sea el charco en que vives, levanta tu frente y sentite orgulloso de
tus raíces sin negar tus beneficios a la nación que te dio acogida...Entonces te
sentirán doblemente bendecido, en lugar de sentirte resentido o excluido o mejor
o peor que los demás por permanecer o partir de un lugar.


El Moris Charquero (Junio 8 del 2006). Editado el 10 de Marzo del 11

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si se trata de emitir un voto desde el extranjero para participar en las elecciones no me lo permiten, pero cuando de remesas se trata bienvenidos hermanos lejanos, por lo tanto para ser salvadoreno o menos salvadoreno no necesito la opinion de nadie, se quien soy de donde vengo y donde estoy, eso es incuestionable. Cuantos no desearian tener la oportunidad de tener la experiencia de vivir en una sociedad con un standar diferente, no perfecto pero mejor, donde se puede dilucidar un futuro mejor para tu familia en este caso los hijos y por que no tambien para nosotros los viejos que venimos aprender a compartir nuestras destrezas y habilidades aportando algo para esta sociedad que nos alberga y proteje... aca aprendi que canadiense no se es por el color de tu piel o tu cabello pues descubri que todos sin ecepcion tienen su transfondo extranjero hasta los inuits o esquimales que son la raza mas antigua viviendo en esta gran region del norte.
Hasta cuando aprenderemos a no ver fronteras y ser un solo hombre en este planeta que cada dia se vuelve mas chico?
Tu amigo Bigotes.

Memo dijo...

Hola Bigotes, tiempo de no saludarte.

Traje el post porque me pareció interesante lo que dice el Moris, que hay algunos paisanos que nos miran de una manera un poco despectiva a los que emigramos y se creen más salvadoreños que los que tuvimos que salir del suelo patrio.

Saludos Luís y hay nos seguimos comunicando.

Memo.