viernes, 30 de septiembre de 2011
Recordando a Doris Elizabeth
Doris Elizabeth fué una cantante muy talentosa y versatil que brilló con luz propia en la época de los 60s en nuestro país. Luego vivió mucho tiempo en Chile, país en donde contrajo matrimonio y en el que también demostró su arte. Vivió también en Panamá y en Los Estados Unidos.
Doris Elizabeth, junto a otros cantantes como César Donald, Eduardo Fuentes, René Velasco, Berta Coralia Valle, María del Socorro, Max Hernandez, y muchos otros, fueron los pioneros de la farandula en El Salvador, ya fuera en radio o en televisión, y sus presentaciones eran en vivo y sin "playback" como es en la actualidad.
Doris Elizabeth es, sin duda alguna, un verdadero orgullo salvadoreño.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Orgullosos de podernos llamar hijos suyos.
Por Joaquín Samayoa
Editorialista de la Prensa Gráfica.
Celebramos mañana un aniversario más de la independencia patria. En el transcurso del mes cívico, hemos tenido ocasión muchas veces de entonar o desentonar nuestro himno nacional, que es un saludo a la patria, un saludo que solo pueden pronunciar aquellos cuya conducta y valores justifican un legítimo orgullo de ser llamados hijos de El Salvador.
Afortunadamente, somos muchos los que sentimos ese legítimo orgullo. Esto es necesario decirlo y repetirlo para tomar conciencia de nuestro valor como personas y ciudadanos, en momentos en que ciertos acontecimientos subrayan las palabras “violento” e “improductivo” como las características más sobresalientes de la identidad nacional salvadoreña.
Como resultado de ciertas ligerezas en el uso del lenguaje, nos llevan a pensar que somos el país más violento sobre la faz de la tierra, cuando lo que en realidad ocurre es que un pueblo esencialmente cálido y pacífico se ha visto obligado a convivir con unos pocos miles de personas que sí son extremadamente violentas.
Somos un pueblo que siempre ha sido reconocido por su laboriosidad. La inmensa mayoría de salvadoreños se rebusca para llevar honradamente pan a la mesa familiar. El típico salvadoreño deja muy temprano su vivienda para realizar su primera hazaña de cada día: movilizarse a su lugar de trabajo poniendo literalmente en riesgo su vida y soportando toda suerte de incomodidades; haciendo el trayecto a pie siempre que por alguna de múltiples razones no salen a circular las unidades de transporte colectivo.
Aunque toda sociedad tiene sus holgazanes y vividores, somos un pueblo trabajador. Si la economía no crece, es por otras razones, no por falta de voluntad o de esfuerzo de la gente. Pero las circunstancias han llegado a ser tan adversas que cada vez es más real el peligro de caer en el desaliento, cuando ningún esfuerzo produce resultados, cuando toda una generación de jóvenes que puja por hacerse un espacio en la sociedad ve frustradas sus aspiraciones.
Por eso ha sido tan reconfortante para nuestra autoestima colectiva lo que lograron nuestros pescadores en Ravena. Fueron allá sin complejos. Se sacudieron el estigma de país pobre y pequeño. Le mostraron al mundo de lo que somos capaces los salvadoreños. Pero, más importante, nos mostraron al resto de salvadoreños que se puede llegar muy lejos cuando se le apuesta con convicción al propio esfuerzo, cuando nos empeñamos en lograr buenos resultados en vez de agotarnos buscando buenas excusas.
En ese mismo espíritu, aprovecho la ocasión para reconocer a otros buenos hijos de El Salvador, a quienes los medios de prensa no les prestan la atención que merecen. Pocas horas después de finalizar el último partido del mundial de fútbol playa, tuve la enorme satisfacción de asistir a un concierto de nuestra orquesta sinfónica juvenil, atendiendo invitación de la Sra. embajadora de Estados Unidos, quien con muy buen tino decidió conmemorar de esa manera el décimo aniversario de los ataques terroristas en su país.
Al igual que los colosos de La Pirraya, la mayoría de los muchachos que integran la orquesta sinfónica juvenil no nacieron en cuna de terciopelo ni fueron alimentados con cucharita de plata. Son salvadoreños que han debido caminar cuesta arriba en lo que va de sus cortas vidas. Y han llegado también muy lejos. Tampoco ellos han aceptado la violencia o la mediocridad como destino fatal. En el caso de estos jóvenes músicos, hace falta sensibilidad y un talento más sofisticado, pero el éxito solo es posible cuando se tiene compromiso y disciplina para hacer un esfuerzo sostenido. Mientras el fútbol permite libertades, la interpretación orquestal exige absoluta armonía y exacto apego de cada individuo a las notas y a la cadencia que deben producir sus instrumentos. Nada fácil. Hace falta mucho trabajo para alcanzar la excelencia que estos jóvenes están ya muy próximos a lograr.
Estos muchachos también nos hacen sentir orgullo de ser salvadoreños. Si ellos han podido, también pueden todos los demás. En ellos está la esperanza de El Salvador. Hagamos, pues, un paréntesis en las macabras historias de insensata violencia y pongamos atención a estos y a otros salvadoreños que día a día marcan la pauta y nos demuestran que es posible un mundo mejor.
Editorialista de la Prensa Gráfica.
Celebramos mañana un aniversario más de la independencia patria. En el transcurso del mes cívico, hemos tenido ocasión muchas veces de entonar o desentonar nuestro himno nacional, que es un saludo a la patria, un saludo que solo pueden pronunciar aquellos cuya conducta y valores justifican un legítimo orgullo de ser llamados hijos de El Salvador.
Afortunadamente, somos muchos los que sentimos ese legítimo orgullo. Esto es necesario decirlo y repetirlo para tomar conciencia de nuestro valor como personas y ciudadanos, en momentos en que ciertos acontecimientos subrayan las palabras “violento” e “improductivo” como las características más sobresalientes de la identidad nacional salvadoreña.
Como resultado de ciertas ligerezas en el uso del lenguaje, nos llevan a pensar que somos el país más violento sobre la faz de la tierra, cuando lo que en realidad ocurre es que un pueblo esencialmente cálido y pacífico se ha visto obligado a convivir con unos pocos miles de personas que sí son extremadamente violentas.
Somos un pueblo que siempre ha sido reconocido por su laboriosidad. La inmensa mayoría de salvadoreños se rebusca para llevar honradamente pan a la mesa familiar. El típico salvadoreño deja muy temprano su vivienda para realizar su primera hazaña de cada día: movilizarse a su lugar de trabajo poniendo literalmente en riesgo su vida y soportando toda suerte de incomodidades; haciendo el trayecto a pie siempre que por alguna de múltiples razones no salen a circular las unidades de transporte colectivo.
Aunque toda sociedad tiene sus holgazanes y vividores, somos un pueblo trabajador. Si la economía no crece, es por otras razones, no por falta de voluntad o de esfuerzo de la gente. Pero las circunstancias han llegado a ser tan adversas que cada vez es más real el peligro de caer en el desaliento, cuando ningún esfuerzo produce resultados, cuando toda una generación de jóvenes que puja por hacerse un espacio en la sociedad ve frustradas sus aspiraciones.
Por eso ha sido tan reconfortante para nuestra autoestima colectiva lo que lograron nuestros pescadores en Ravena. Fueron allá sin complejos. Se sacudieron el estigma de país pobre y pequeño. Le mostraron al mundo de lo que somos capaces los salvadoreños. Pero, más importante, nos mostraron al resto de salvadoreños que se puede llegar muy lejos cuando se le apuesta con convicción al propio esfuerzo, cuando nos empeñamos en lograr buenos resultados en vez de agotarnos buscando buenas excusas.
En ese mismo espíritu, aprovecho la ocasión para reconocer a otros buenos hijos de El Salvador, a quienes los medios de prensa no les prestan la atención que merecen. Pocas horas después de finalizar el último partido del mundial de fútbol playa, tuve la enorme satisfacción de asistir a un concierto de nuestra orquesta sinfónica juvenil, atendiendo invitación de la Sra. embajadora de Estados Unidos, quien con muy buen tino decidió conmemorar de esa manera el décimo aniversario de los ataques terroristas en su país.
Al igual que los colosos de La Pirraya, la mayoría de los muchachos que integran la orquesta sinfónica juvenil no nacieron en cuna de terciopelo ni fueron alimentados con cucharita de plata. Son salvadoreños que han debido caminar cuesta arriba en lo que va de sus cortas vidas. Y han llegado también muy lejos. Tampoco ellos han aceptado la violencia o la mediocridad como destino fatal. En el caso de estos jóvenes músicos, hace falta sensibilidad y un talento más sofisticado, pero el éxito solo es posible cuando se tiene compromiso y disciplina para hacer un esfuerzo sostenido. Mientras el fútbol permite libertades, la interpretación orquestal exige absoluta armonía y exacto apego de cada individuo a las notas y a la cadencia que deben producir sus instrumentos. Nada fácil. Hace falta mucho trabajo para alcanzar la excelencia que estos jóvenes están ya muy próximos a lograr.
Estos muchachos también nos hacen sentir orgullo de ser salvadoreños. Si ellos han podido, también pueden todos los demás. En ellos está la esperanza de El Salvador. Hagamos, pues, un paréntesis en las macabras historias de insensata violencia y pongamos atención a estos y a otros salvadoreños que día a día marcan la pauta y nos demuestran que es posible un mundo mejor.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Pescadores guanacos derrotan a los gladiadores romanos.
Se vale llorar porque también lloran los valientes, los grandes, los que son
leyenda. Hemos derrotado a los locales, a Italia que jugó con el apoyo de su
afición y la parcialidad del árbitro ecuatoriano que se inventó dos penaltis,
uno de los cuales fue parado por el gigante Heliodoro Portillo.
El 6 a 5 a favor de los nuestros está pintado con sangre y enmarcado con broches
de oro. Los siglos pasarán pero no el recuerdo de la gesta heroica. Las actuales
y nuevas generaciones hablarán por siempre de este momento histórico y
convertirán a cada guerrero en un místico de nuestro carisma nacional.
Hoy los nueve millones de salvadoreños en el mundo han suspirado y gritado a
todo el mundo que somos guanacos, que tenemos el corazón y el alma pintado de
azul y blanco. Somos gigantes y gracias a unos humildes salvadoreños que nos han
dado la más grande alegría deportiva de todos los tiempos. Estamos entre los
cuatro mejores del mundo en el fútbol playa podemos llegar a estar entre los dos
mejores del mundo. Hoy se vale soñar y creernos que podemos ser campeones del
mundo. Ya lo somos, ya somos campeones morales.
El Salvador brilla en el firmamento. Nuestros guerreros han logrado lo que pocos
logran. A base de goles han unido a un pueblo sediento de unidad y alegrías. Si
hoy fueran las elecciones a estos hombres los elegiríamos presidente porque
votaríamos con el corazón agradecido.
Esos humildes pescadores son nuestros héroes, verdaderos héroes que se han
echado al país en sus hombros para cargarlo por el sendero de la gloria. Por el
rumbo de los triunfadores y de los que arrodillados agradecen a Dios por cada
triunfo.
Cada gol fue una baldada de orgullo y cuando el árbitro pitó el final, fue como
encontrar el topus uranos. El mundo ideal de los hombres y mujeres que aspiran a
la perfección terrenal. Fue el éxtasis que permite ilusionarnos con que ganarle
a Rusia para acceder a la final es posible.
Gracias guerreros, porque con ustedes caminamos las veredas de la felicidad y
llegamos a la autopista de la fe… Con ustedes uno grita sin complejos
¡Qué lindo es El Salvador!
Gracias Campeones, la patria los admira y respeta.
por Jaime Ulises Marinero
www.lapagina.com.sv
viernes, 2 de septiembre de 2011
El Rey Zope
Hace algunos días una persona me escribió pidiéndome que publicara de nuevo el relato del "Rey Zope" que escribí en 1998 pues le había gustado. Y aprovechando que estamos en el més de las celebraciones de nuestra independencia, la pongo de nuevo.
Espero que les guste.
EL REY ZOPE
Un súbito “ring, ring” hacía que dejara la comodidad de mi sillón favorito para contestar el teléfono. Era el editor de la página “Cuscatlán “del Internet para decirme que iba a haber un concurso de belleza de aves de todos los paises del mundo, aquí en Los Ángeles, y quería que yo fuera a entrevistar al representante de El Salvador. Yo estaba tan entretenido y en capiazón viendo un partido de "La Selecta" en la televisión que se me olvidó preguntarle quien era nuestro representante.
Así que el día siguiente me fui al Centro de Convenciones de Los Ángeles, pagué mis 10 bolas de Parqueo y 15 por la entrada, y empecé a preguntar por el ave nuestra, pero nadie me daba ninguna información.
Como todo un reportero cachimbón, me metí en medio de las jaulas de las aves para ver si reconocía alguna que me fuera familiar. Vi al majestuoso Cóndor peruano, al águila calva americana, al precioso quetzal de Guatemala, avestruces del África, patos chinos, cormoranes de la Polinesia, aves del paraíso, tucanes, flamencos, pavos reales, etc. Seguía buscando y nada.
De repente, oigo un sonido que me hacen desde una esquina del edificio. “Psst, Psst”. Sonido familiar que me hizo recordar cuando iba a algún restaurant allá en El Salvador y quería llamar la atención de la mesera.
Volteo a ver quién hacía ese sonido, y me llevo la sorpresa que quien lo hacía era un flacucho, escuálido, negro y feo zopilote y me dice:
Zope- ¿Vos sós el que me viene a entrevistar?Memo- Si-le digo-yo soy el corresponsal de Cuscatlán aquí en Los Ángeles. ¿Usted es el ave que va a representar a El Salvador?Zope- ¡Simón, yo soy!
Memo-¡Pero no puede ser!-le digo, extrañado- ¡Yo pensé que iba a ser otra ave!Memo-¿Otra ave, como cual?-me pregunta.
Memo: No sé. Como el Torogoz, el Cenzontle, la Guacamaya, el Chupamirto, alguno así.Zope: Mirá. Se hizo un concurso en el canal 4, el del gato. Y yo salí ganador gracias al apoyo de mi querido y sufrido pueblo salvadoreño.
Memo: ¿Vós, un pinche y rascuache zopilote?
Zope: ¡Pinche y rascuache tu abuela, maje!Memo: Perdón zopilote, mil disculpas. ¡Es que realmente estoy sorprendido! No me esperaba esto!Zope: A vós también te dejé apantallado con mi estilacho, vaá!(Y extendiendo sus negras alas se da una vuelta para que lo mire de pies a cabeza)
Zope: ¿A poco no me hallás parecido a Michael Jordan? El que dicen que también vuela. Le dicen “Air Jordan”. Sabes una cosa. Allá los cipotes en El Salvador ya no quieren usar zapatos Bracos o Par Dos. Hoy solo quieren Air Nike; porque les han dado la paja que con esos zapatos van a ser como él. “Be like Mike”, les dan la paja en el comercial, y dejan a sus pobres tatas en las lonas por comprarles los dichos zapatos.Memo: Pues aquí pasa lo mismo, cada par vale más de 150 bolas, y cada dos meses hay que comprarles los que van saliendo de moda, porque si no, los cheros de la escuela les van a decir que no están “in”. Pero ya nos salimos del guacal. Mejor empecemos con la entrevista. ¿Le perece señor Zope?Zope: De acuerdo, pero ya no me hablés de usted. Habláme de vós, como hablamos los guanacos.
Memo: Ok, you got itZope: ¿Que tu mama qué? ¿qué me dijiste?¿que es esa onda?
Memo: Perdón. Es que se le pega a uno el hablar así, con tantos años viviendo aquí en USA.
Zope: Si te comprendo. Así llegan hablando un montón de bayuncos allá. Apenas tienes seis meses que se vinieron de mojados a los Estados Unidos y ya dicen se les olvidó el Español. Y lo peor del caso es que tampoco aprenden a hablar correctamente el inglés. Y quieren llegar apantallando de muy gringos.Memo: Bueno, bueno, sigamos con la entrevista. ¿Como fue que ganó el concurso?
Zope: Pues, como te decía. Gané el concurso por elección de mayoría de votos. Ya sabes que está de moda ésta onda de la democracia. Y hasta en El Salvador las decisiones ya se hacen en base a la mayoría de votos. No como antes que solo lo que los cachuchudos decían, eso se hacía. Memo: ¿Y usted salió vencedor?Zope: ¡Simón! Gané gracias al voto popular, porque yo vengo del mero pueblo salvadoreño. Le gané al perico del Externado de San José, porque solo repite lo que le dicen, no piensa. Le gané al Dichoso fui, que se quedó chiflando como los ex-terratenientes y oligarcas. “Hay que dichoso fui. Le gané a la Guacamaya que presentó el Grupo TACA, porque no puede ni coger…Memo: ¿No puede coger?Zope: No puede coger... vuelo. No me dejaste terminar la oración.
Memo: ¡Oh! ¡Ya estaba pensando mal!
Zope: Además, ¿qué mejor ave para representar a El Salvador que yo? A ver, decime, ¿cual es el pájaro que más se ve en nuestro país?Memo: Pues pensándolo bien. ¡Los zopilotes! ¡Ah, ya vas Barrabas! ¡ya empiezo a entender por qué ganaste!Zope: Ya ves. Allá en El Salvador, ya ni los pericos pasan por las tardes como antes. Y Guacalchías y Chiltotas ya casi están extintas porque ya no tenemos bosques debido a la tala indiscriminada de árboles. Y el chompipe no salió electo por eso, por Chumpe.Memo: ¡Pero saben bien rico!Zope: Eso si es cierto. En pan francés, con su lechuguita, tomatíllo y escabecheMemo: ¿Y vos comés Pavo también?Zope: Yo como de todo. ¿Ya no te acordás?Memo: ¡Ugh! Si ya me acordé. (Haciendo un gesto de disgusto)
Zope: ¿Y qué tiene de malo lo que yo como?
Memo: Pues que solo comés porqueríasZope: Más porquerías comen Uds. y no dicen nada. Solo fijate que los puercos comen cosas peores que yo. Después Uds. los haces chicharrones y se los comen con yuca frita. Eso si es porquería.Memo: Si, creo que tenés razón.
Zope: Además aunque no lo creas yo sirvo una función sanitaria importante, y ni me lo agradecen. Yo limpio de impurezas los promontorios de basura que dejan Uds. los humanos. Y, si me alimento de mis hermanos animales muertos, es para eso que me creó nuestro Padre Celestial, para que no se desperdicie nada.
Pero yo no mato a nadie para comer. No como ustedes los humanos que se matan los unos a los otros para quitarle el pan al prójimo; y que cazan a mis amigos como el venado y el jabalí y les cortan las cabezas para ponerlas como trofeos en las salas de sus casas. ¡Eso sí es maldad y crueldad!
Poco a poco éste pajarraco me dejaba más impresionado con sus palabras, así que seguí haciéndole más preguntas pues había despertado en mí mucha
curiosidad.
Memo: ¿Y crees que ganarás éste concurso con tan buena competencia que tenés?
Zope: ¡A huevos!Memo: No digás malas palabras.Zope: ¿Y porqué son malas palabras? Yo lo digo porque nosotras las aves nos reproducimos por huevos.Memo: Me sacás de ondas vos con tus respuestas. Mirá zopilote, tu plumaje es negro y sin lustre. Y para serte franco, sós bien feo y no creo que podás ganar el concurso.Zope: ¡Feya la Ciguanaba! Yo soy chulo para mi zopilota, y así negro y pelón me quiere. Además, la belleza se lleva en el corazón y en los actos con el prójimo. Las demás aves tendrán un plumaje muy hermoso y de colores muy vivos; pero de nada les sirve. Solo son puro plante.
Yo, en cambio, heredé el corazón noble y trabajador de los Pipiles. Fijate que tus antepasados me consideraban “Ave Sagrada”; porque pensaban que yo llevaba las almas de los animales y de las personas que morían hacia Tonatiuh, el Dios sol. Y el color negro es un color muy elegante y de prestigio. Si no, solo fijate en las fiestas de las viejas fufurufas de la alta sociedad. Los hombres y las mujeres van de negro.Memo: ¡Achís, no me había dado cuenta!Zope: Ya me dí cuenta que sós medio tarado. Como reportero no la hacés. Además ¿que objeción le ponés a que yo sea negro?Memo: Es que en El Salvador no hay negros y por eso...pues!
Zope: Lo que pasa es que vós también sos medio racista aunque no lo querrás reconocer. Nosotros los salvadoreños somos los primeros en quejarnos de la discriminación aquí en los Yunais, y nosotros también discriminamos contra los mexicanos, negros, coreanos, filipinos, etc. Y aún en El Salvador lo hacemos contra los pobres y humildes de las zonas marginales, obreros, homosexuales y campesinos porque los consideramos “inferiores”.
La claridad de pensamiento de éste animalejo me había dejado anonadado. Y con más curiosidad e inquisitivo, proseguí con la entrevista.
Memo: ¿Y tenés alguna cualidad especial? ¿Hablas algún otro idioma?
Zope: Soy tri-lingue. Hablo español, caliche y paja. Y le hago un poco al Pitinglish.Memo: ¡Ah, sabés inglés! A ver, como se dice: ¿como está usted?Zope: ¡Jaguar yú!Memo: Ok, contame del uno al cinco.Memo: Guán, tuú, trií, for, fay.Memo: ¡Veo que sabés algo!Zope: ¡Vengo bien trucha con el Inglish. Estoy estudiando inglés en un método que le compré a un Coyote allá por el Hula-Hula en un puesto de cassettes piratas. El maistro que me los vendió me lo dio en mil quinientas chuyas. Es un curso chaveliado de Follow me to América, que anuncia Don Francisco de Sábado Gigante. Por cierto que él estuvo hace poco en El Salvador y lo recibí con todos los honores en mi casa del Cerro de San Jacinto.
Memo: ¿Vos vivís en el Cerro de San Jacinto?
Zope: Yes en Inglés, tacataca en Japonés, Huí -huí en francés. Mi casa está en el Teleférico San Jacinto. No ves que es “El Reino del Pájaro y la Nube”.Memo: ¿Y tenés algún talento en especial?
Zope: ¡Puta mano!.¡Ya me estás encachimbando con esas preguntas!. ¡Desde que empezaste la entrevista no has hecho más que puras preguntas pendejas!. Ya estás peor que la Cristina Saralegui y el pedante de Enrique Gratas.Memo: ¿Pero, cantás siquiera?
Zope: No. Pero tampoco canta Enrique Iglesias y mirá lo famoso que es, y el montón de pisto que está haciendo.Memo: ¿Y entonces, con qué cualidades pensás ganar el concurso?Zope: ¡Yo tengo mis cualidades! Mirá, Todos los salvadoreños tenemos muy buenas cualidades y algunos defectos. Pero si hacemos un balance tenemos que decir que son más las cosas buenas que las malas. Hay y han habido muchos salvadoreños con grandes aptitudes y talentos en todos los campos; tanto artísticos como profesionales, empresariales, etc.
Nosotros tenemos que apoyarlos pues representan lo que somos; nuestra cultura, nuestra idiosincracia, nuestra sangre, nuestra familia, nuestra patria.
Solo date cuenta de algunos que nos representan. En las letras: Roque Dalton, Espino, Salarrué, Claudia Lars, Masferrer, Gavidia, etc. En la música: Pancho Lara, Granadino, Cándido Flamenco. En la música contemporánea: Álvaro Torres, Marito Rivera, Los Hnos. Flores, etc. Y aún en los deportes, que casi no sobresalimos por nuestra falta de constitución física, hay tenés a Ana Mercedes Campos, al chaparro Cienfuegos, a Díaz Arce, a Cerritos, al Mágico González, a la Chelona Rodríguez, a “Cariota” Barraza, a Pipo Rodríguez, al Pelé Zapata, a Mon Martínez, a Carlos "Famoso" Hernández, etc.
Así que tenemos muy buenos representantes. Y además, aunque la mayoría de salvadoreños no sobresalgamos en algo, somos un pueblo que no le aturramos la cara a ninguna clase de trabajo, por difícil y duro que sea. Si no, solo date cuenta que los trabajos más yuca aquí en los Yunais los tienen los salvatruchas, y por eso somos admirados por los demás. ¡Donde hay un salvadoreño no hay problemas, solo soluciones!
Lo que de pasa Memo, es que, aunque no lo querramos reconocer, tenemos complejo de inferioridad. Admiramos y valoramos más a las personas de otros paises y de otras culturas que a nosotros mismos. No solo eso, nosotros mismos ponemos por el suelo a nuestros propios compatriotas.
Si es en la música ¡Ah, los músicos extranjeros son cachimbones!, aunque ladren como perros. Pero si son cantantes nacionales, ni siquiera los oímos. Ysi se hablamos de futbol, preferimos ver un partido del Barza contra el Real Madrid, y no el Alianza-FAS. Hay algunos guanacos tan brutos y tan tarados que hasta se matan por esos equipos. Y lo más ridículo es que en Barcelona o en Madrid, España, ni siquiera saben donde queda El Salvador.
Memo: ¿Y después que termine éste concurso que pensás hacer?Zope: Pues a lo mejor lance mi candidatura para presidente de la república. ¿Si en Venezuela una ex-Miss. Universo se lanza para Presidente, y en Argentina un ex-cantante lo hace también, porqué yo no?Memo: Vós no podés gobernar porque sós un animal.Zope: Por si no te has dado cuenta, los animales somos los que hemos gobernado a El Salvador en éste siglo que ya casi se nos va. Primero fueron los gorilas que gobernaron por muchos años. Pero todo lo resolvían a la fuerza. Total, como gorilas. Luego llegaron los pescados a casa presidencial. Pero duraron poco tiempo porque salieron podridos. Y hoy creo le toca el turno a uno que venga de verdad del pueblo. Uno así como yo. Que realmente represente la clase trabajadora, que es la gran mayoría del pueblo salvadoreño.
Estaba a punto de tirarle la última pregunta cuando un sonido en los parlantes anunciaba que el concurso estaba por comenzar y que las aves se tenían que alistar.
Zope: Bueno mano, yo me tengo que ir a chainiar y ponerme tipería. Solo me voy a hacer gárgaras de Astringosol y echarme un poco de perfume “Siete machos” debajo de las alas para que no me rujan. ¡Así que hay los vidrios compa!Memo: ¿No querés mandar un último saludo a todos los salvadoreños?Zope: Si claro. Un saludo muy caluroso a todos mis compatriotas en todo el mundo y muy especialmente a los que lean esto en el Internec.Memo: Se llama Internet, no Internec.Zope: Es que me cuesta decirlo porque tengo el pico encorvado y no puedo pronunciar bien el Ingles . ¡Ah! Y que guarden pisto, por si algún día regresan a vivir a El Salvador no lleguen acabados y en las lonas. Porque allá no hay Welfare!Memo: ¿Vós sabés de eso también?Zope: ¡Soy zope, no burro!
Y así terminó ésta entrevista. No sin antes desearle la mejor de las suertes y extenderle mi mano a su ala negra, que ya no me parecía fea y repulsiva como al principio. Me fui a las graderías sintiéndome muy orgulloso que ésta ave tan odiada y mal entendida por casi todos nosotros, nos iba a representar de la mejor forma posible. Este pajarraco había cambiado completamente mi forma de pensar hacia ella. Ya no me importaba si ganaba o no.
El Rey Zope era "El Rey de las Aves” para mí.
Saqué mi banderita azul y blanco que llevaba en el bolsillo, y junto a otros salvadoreños que estaban en las graderías empecé a cantar a todo pulmón, ésas notas que todos conocemos y que dicen:
“Saludemos la patria orgullosos,
de hijos suyos podernos llamar...
Espero que les guste.
EL REY ZOPE
Un súbito “ring, ring” hacía que dejara la comodidad de mi sillón favorito para contestar el teléfono. Era el editor de la página “Cuscatlán “del Internet para decirme que iba a haber un concurso de belleza de aves de todos los paises del mundo, aquí en Los Ángeles, y quería que yo fuera a entrevistar al representante de El Salvador. Yo estaba tan entretenido y en capiazón viendo un partido de "La Selecta" en la televisión que se me olvidó preguntarle quien era nuestro representante.
Así que el día siguiente me fui al Centro de Convenciones de Los Ángeles, pagué mis 10 bolas de Parqueo y 15 por la entrada, y empecé a preguntar por el ave nuestra, pero nadie me daba ninguna información.
Como todo un reportero cachimbón, me metí en medio de las jaulas de las aves para ver si reconocía alguna que me fuera familiar. Vi al majestuoso Cóndor peruano, al águila calva americana, al precioso quetzal de Guatemala, avestruces del África, patos chinos, cormoranes de la Polinesia, aves del paraíso, tucanes, flamencos, pavos reales, etc. Seguía buscando y nada.
De repente, oigo un sonido que me hacen desde una esquina del edificio. “Psst, Psst”. Sonido familiar que me hizo recordar cuando iba a algún restaurant allá en El Salvador y quería llamar la atención de la mesera.
Volteo a ver quién hacía ese sonido, y me llevo la sorpresa que quien lo hacía era un flacucho, escuálido, negro y feo zopilote y me dice:
Zope- ¿Vos sós el que me viene a entrevistar?Memo- Si-le digo-yo soy el corresponsal de Cuscatlán aquí en Los Ángeles. ¿Usted es el ave que va a representar a El Salvador?Zope- ¡Simón, yo soy!
Memo-¡Pero no puede ser!-le digo, extrañado- ¡Yo pensé que iba a ser otra ave!Memo-¿Otra ave, como cual?-me pregunta.
Memo: No sé. Como el Torogoz, el Cenzontle, la Guacamaya, el Chupamirto, alguno así.Zope: Mirá. Se hizo un concurso en el canal 4, el del gato. Y yo salí ganador gracias al apoyo de mi querido y sufrido pueblo salvadoreño.
Memo: ¿Vós, un pinche y rascuache zopilote?
Zope: ¡Pinche y rascuache tu abuela, maje!Memo: Perdón zopilote, mil disculpas. ¡Es que realmente estoy sorprendido! No me esperaba esto!Zope: A vós también te dejé apantallado con mi estilacho, vaá!(Y extendiendo sus negras alas se da una vuelta para que lo mire de pies a cabeza)
Zope: ¿A poco no me hallás parecido a Michael Jordan? El que dicen que también vuela. Le dicen “Air Jordan”. Sabes una cosa. Allá los cipotes en El Salvador ya no quieren usar zapatos Bracos o Par Dos. Hoy solo quieren Air Nike; porque les han dado la paja que con esos zapatos van a ser como él. “Be like Mike”, les dan la paja en el comercial, y dejan a sus pobres tatas en las lonas por comprarles los dichos zapatos.Memo: Pues aquí pasa lo mismo, cada par vale más de 150 bolas, y cada dos meses hay que comprarles los que van saliendo de moda, porque si no, los cheros de la escuela les van a decir que no están “in”. Pero ya nos salimos del guacal. Mejor empecemos con la entrevista. ¿Le perece señor Zope?Zope: De acuerdo, pero ya no me hablés de usted. Habláme de vós, como hablamos los guanacos.
Memo: Ok, you got itZope: ¿Que tu mama qué? ¿qué me dijiste?¿que es esa onda?
Memo: Perdón. Es que se le pega a uno el hablar así, con tantos años viviendo aquí en USA.
Zope: Si te comprendo. Así llegan hablando un montón de bayuncos allá. Apenas tienes seis meses que se vinieron de mojados a los Estados Unidos y ya dicen se les olvidó el Español. Y lo peor del caso es que tampoco aprenden a hablar correctamente el inglés. Y quieren llegar apantallando de muy gringos.Memo: Bueno, bueno, sigamos con la entrevista. ¿Como fue que ganó el concurso?
Zope: Pues, como te decía. Gané el concurso por elección de mayoría de votos. Ya sabes que está de moda ésta onda de la democracia. Y hasta en El Salvador las decisiones ya se hacen en base a la mayoría de votos. No como antes que solo lo que los cachuchudos decían, eso se hacía. Memo: ¿Y usted salió vencedor?Zope: ¡Simón! Gané gracias al voto popular, porque yo vengo del mero pueblo salvadoreño. Le gané al perico del Externado de San José, porque solo repite lo que le dicen, no piensa. Le gané al Dichoso fui, que se quedó chiflando como los ex-terratenientes y oligarcas. “Hay que dichoso fui. Le gané a la Guacamaya que presentó el Grupo TACA, porque no puede ni coger…Memo: ¿No puede coger?Zope: No puede coger... vuelo. No me dejaste terminar la oración.
Memo: ¡Oh! ¡Ya estaba pensando mal!
Zope: Además, ¿qué mejor ave para representar a El Salvador que yo? A ver, decime, ¿cual es el pájaro que más se ve en nuestro país?Memo: Pues pensándolo bien. ¡Los zopilotes! ¡Ah, ya vas Barrabas! ¡ya empiezo a entender por qué ganaste!Zope: Ya ves. Allá en El Salvador, ya ni los pericos pasan por las tardes como antes. Y Guacalchías y Chiltotas ya casi están extintas porque ya no tenemos bosques debido a la tala indiscriminada de árboles. Y el chompipe no salió electo por eso, por Chumpe.Memo: ¡Pero saben bien rico!Zope: Eso si es cierto. En pan francés, con su lechuguita, tomatíllo y escabecheMemo: ¿Y vos comés Pavo también?Zope: Yo como de todo. ¿Ya no te acordás?Memo: ¡Ugh! Si ya me acordé. (Haciendo un gesto de disgusto)
Zope: ¿Y qué tiene de malo lo que yo como?
Memo: Pues que solo comés porqueríasZope: Más porquerías comen Uds. y no dicen nada. Solo fijate que los puercos comen cosas peores que yo. Después Uds. los haces chicharrones y se los comen con yuca frita. Eso si es porquería.Memo: Si, creo que tenés razón.
Zope: Además aunque no lo creas yo sirvo una función sanitaria importante, y ni me lo agradecen. Yo limpio de impurezas los promontorios de basura que dejan Uds. los humanos. Y, si me alimento de mis hermanos animales muertos, es para eso que me creó nuestro Padre Celestial, para que no se desperdicie nada.
Pero yo no mato a nadie para comer. No como ustedes los humanos que se matan los unos a los otros para quitarle el pan al prójimo; y que cazan a mis amigos como el venado y el jabalí y les cortan las cabezas para ponerlas como trofeos en las salas de sus casas. ¡Eso sí es maldad y crueldad!
Poco a poco éste pajarraco me dejaba más impresionado con sus palabras, así que seguí haciéndole más preguntas pues había despertado en mí mucha
curiosidad.
Memo: ¿Y crees que ganarás éste concurso con tan buena competencia que tenés?
Zope: ¡A huevos!Memo: No digás malas palabras.Zope: ¿Y porqué son malas palabras? Yo lo digo porque nosotras las aves nos reproducimos por huevos.Memo: Me sacás de ondas vos con tus respuestas. Mirá zopilote, tu plumaje es negro y sin lustre. Y para serte franco, sós bien feo y no creo que podás ganar el concurso.Zope: ¡Feya la Ciguanaba! Yo soy chulo para mi zopilota, y así negro y pelón me quiere. Además, la belleza se lleva en el corazón y en los actos con el prójimo. Las demás aves tendrán un plumaje muy hermoso y de colores muy vivos; pero de nada les sirve. Solo son puro plante.
Yo, en cambio, heredé el corazón noble y trabajador de los Pipiles. Fijate que tus antepasados me consideraban “Ave Sagrada”; porque pensaban que yo llevaba las almas de los animales y de las personas que morían hacia Tonatiuh, el Dios sol. Y el color negro es un color muy elegante y de prestigio. Si no, solo fijate en las fiestas de las viejas fufurufas de la alta sociedad. Los hombres y las mujeres van de negro.Memo: ¡Achís, no me había dado cuenta!Zope: Ya me dí cuenta que sós medio tarado. Como reportero no la hacés. Además ¿que objeción le ponés a que yo sea negro?Memo: Es que en El Salvador no hay negros y por eso...pues!
Zope: Lo que pasa es que vós también sos medio racista aunque no lo querrás reconocer. Nosotros los salvadoreños somos los primeros en quejarnos de la discriminación aquí en los Yunais, y nosotros también discriminamos contra los mexicanos, negros, coreanos, filipinos, etc. Y aún en El Salvador lo hacemos contra los pobres y humildes de las zonas marginales, obreros, homosexuales y campesinos porque los consideramos “inferiores”.
La claridad de pensamiento de éste animalejo me había dejado anonadado. Y con más curiosidad e inquisitivo, proseguí con la entrevista.
Memo: ¿Y tenés alguna cualidad especial? ¿Hablas algún otro idioma?
Zope: Soy tri-lingue. Hablo español, caliche y paja. Y le hago un poco al Pitinglish.Memo: ¡Ah, sabés inglés! A ver, como se dice: ¿como está usted?Zope: ¡Jaguar yú!Memo: Ok, contame del uno al cinco.Memo: Guán, tuú, trií, for, fay.Memo: ¡Veo que sabés algo!Zope: ¡Vengo bien trucha con el Inglish. Estoy estudiando inglés en un método que le compré a un Coyote allá por el Hula-Hula en un puesto de cassettes piratas. El maistro que me los vendió me lo dio en mil quinientas chuyas. Es un curso chaveliado de Follow me to América, que anuncia Don Francisco de Sábado Gigante. Por cierto que él estuvo hace poco en El Salvador y lo recibí con todos los honores en mi casa del Cerro de San Jacinto.
Memo: ¿Vos vivís en el Cerro de San Jacinto?
Zope: Yes en Inglés, tacataca en Japonés, Huí -huí en francés. Mi casa está en el Teleférico San Jacinto. No ves que es “El Reino del Pájaro y la Nube”.Memo: ¿Y tenés algún talento en especial?
Zope: ¡Puta mano!.¡Ya me estás encachimbando con esas preguntas!. ¡Desde que empezaste la entrevista no has hecho más que puras preguntas pendejas!. Ya estás peor que la Cristina Saralegui y el pedante de Enrique Gratas.Memo: ¿Pero, cantás siquiera?
Zope: No. Pero tampoco canta Enrique Iglesias y mirá lo famoso que es, y el montón de pisto que está haciendo.Memo: ¿Y entonces, con qué cualidades pensás ganar el concurso?Zope: ¡Yo tengo mis cualidades! Mirá, Todos los salvadoreños tenemos muy buenas cualidades y algunos defectos. Pero si hacemos un balance tenemos que decir que son más las cosas buenas que las malas. Hay y han habido muchos salvadoreños con grandes aptitudes y talentos en todos los campos; tanto artísticos como profesionales, empresariales, etc.
Nosotros tenemos que apoyarlos pues representan lo que somos; nuestra cultura, nuestra idiosincracia, nuestra sangre, nuestra familia, nuestra patria.
Solo date cuenta de algunos que nos representan. En las letras: Roque Dalton, Espino, Salarrué, Claudia Lars, Masferrer, Gavidia, etc. En la música: Pancho Lara, Granadino, Cándido Flamenco. En la música contemporánea: Álvaro Torres, Marito Rivera, Los Hnos. Flores, etc. Y aún en los deportes, que casi no sobresalimos por nuestra falta de constitución física, hay tenés a Ana Mercedes Campos, al chaparro Cienfuegos, a Díaz Arce, a Cerritos, al Mágico González, a la Chelona Rodríguez, a “Cariota” Barraza, a Pipo Rodríguez, al Pelé Zapata, a Mon Martínez, a Carlos "Famoso" Hernández, etc.
Así que tenemos muy buenos representantes. Y además, aunque la mayoría de salvadoreños no sobresalgamos en algo, somos un pueblo que no le aturramos la cara a ninguna clase de trabajo, por difícil y duro que sea. Si no, solo date cuenta que los trabajos más yuca aquí en los Yunais los tienen los salvatruchas, y por eso somos admirados por los demás. ¡Donde hay un salvadoreño no hay problemas, solo soluciones!
Lo que de pasa Memo, es que, aunque no lo querramos reconocer, tenemos complejo de inferioridad. Admiramos y valoramos más a las personas de otros paises y de otras culturas que a nosotros mismos. No solo eso, nosotros mismos ponemos por el suelo a nuestros propios compatriotas.
Si es en la música ¡Ah, los músicos extranjeros son cachimbones!, aunque ladren como perros. Pero si son cantantes nacionales, ni siquiera los oímos. Ysi se hablamos de futbol, preferimos ver un partido del Barza contra el Real Madrid, y no el Alianza-FAS. Hay algunos guanacos tan brutos y tan tarados que hasta se matan por esos equipos. Y lo más ridículo es que en Barcelona o en Madrid, España, ni siquiera saben donde queda El Salvador.
Memo: ¿Y después que termine éste concurso que pensás hacer?Zope: Pues a lo mejor lance mi candidatura para presidente de la república. ¿Si en Venezuela una ex-Miss. Universo se lanza para Presidente, y en Argentina un ex-cantante lo hace también, porqué yo no?Memo: Vós no podés gobernar porque sós un animal.Zope: Por si no te has dado cuenta, los animales somos los que hemos gobernado a El Salvador en éste siglo que ya casi se nos va. Primero fueron los gorilas que gobernaron por muchos años. Pero todo lo resolvían a la fuerza. Total, como gorilas. Luego llegaron los pescados a casa presidencial. Pero duraron poco tiempo porque salieron podridos. Y hoy creo le toca el turno a uno que venga de verdad del pueblo. Uno así como yo. Que realmente represente la clase trabajadora, que es la gran mayoría del pueblo salvadoreño.
Estaba a punto de tirarle la última pregunta cuando un sonido en los parlantes anunciaba que el concurso estaba por comenzar y que las aves se tenían que alistar.
Zope: Bueno mano, yo me tengo que ir a chainiar y ponerme tipería. Solo me voy a hacer gárgaras de Astringosol y echarme un poco de perfume “Siete machos” debajo de las alas para que no me rujan. ¡Así que hay los vidrios compa!Memo: ¿No querés mandar un último saludo a todos los salvadoreños?Zope: Si claro. Un saludo muy caluroso a todos mis compatriotas en todo el mundo y muy especialmente a los que lean esto en el Internec.Memo: Se llama Internet, no Internec.Zope: Es que me cuesta decirlo porque tengo el pico encorvado y no puedo pronunciar bien el Ingles . ¡Ah! Y que guarden pisto, por si algún día regresan a vivir a El Salvador no lleguen acabados y en las lonas. Porque allá no hay Welfare!Memo: ¿Vós sabés de eso también?Zope: ¡Soy zope, no burro!
Y así terminó ésta entrevista. No sin antes desearle la mejor de las suertes y extenderle mi mano a su ala negra, que ya no me parecía fea y repulsiva como al principio. Me fui a las graderías sintiéndome muy orgulloso que ésta ave tan odiada y mal entendida por casi todos nosotros, nos iba a representar de la mejor forma posible. Este pajarraco había cambiado completamente mi forma de pensar hacia ella. Ya no me importaba si ganaba o no.
El Rey Zope era "El Rey de las Aves” para mí.
Saqué mi banderita azul y blanco que llevaba en el bolsillo, y junto a otros salvadoreños que estaban en las graderías empecé a cantar a todo pulmón, ésas notas que todos conocemos y que dicen:
“Saludemos la patria orgullosos,
de hijos suyos podernos llamar...
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